El Real Murcia es una máquina de generar sensaciones, ya sean positivas o negativas. La irregular marcha del equipo en Liga ha contrastado en exceso con la imagen mostrada en Copa Federación. Y parece que esa competición ha supuesto el punto de inflexión necesario en un equipo que hace apenas ocho días era capaz de perder en Villarrubia. Pero si de algo entiende la centenaria entidad es de resurrecciones, algo que ha sido capaz de hacer a lo largo de su historia en incontables ocasiones.
Por eso hoy, lunes día 9, nadie recuerda el descalabro grana vivido el 30 de noviembre en Villarrubia. De sentir que se tocaba fondo a creerse capaz de conseguir lo imposible. No era descabellado que los granas superaran al Tudelano y encontraran en la Copa Federación un bálsamo para esa irregularidad liguera. Pero ese éxtasis vivido ante su afición, unido a la posibilidad de que el FC Cartagena efectuara en el derbi de ayer un pasillo de honor a su eterno rival, parecían ingredientes suficientes para que el equipo que dirige el murciano Adrián Hernández diera la sorpresa ante el incontestable líder del grupo IV.
Se habló demasiado durante los días previos al derbi entre granas y albinegros sobre la 'deshonra' que significaría para el aficionado cartagenerista que su equipo hiciera pasillo al eterno rival. Pero lejos de polémicas, el FC Cartagena, un club que no ha participado en la Copa Federación, tuvo un gesto cordial que representa la naturalidad con la que deben afrontarse ese tipo de gestos.
La entidad albinegra no hizo más que sentar el mejor de los precedentes en la historia de los derbis entre ambos clubes. El pasillo no fue más que un ingrediente extra del que el Real Murcia deberá tomar nota en el futuro, más aún tras el desacertado cartel oficial que el club grana utilizaba de pretexto para ensalzar su historia futbolística ante uno de sus grandes rivales.
La muestra de que un pasillo no es más que un simple aliciente lo refleja el posterior resultado. El aficionado grana desmedirá su sonrisa hoy por la victoria de su equipo, al igual que si el triunfo se hubiera dibujado con colores blancos y negros. Y es que el triunfo del Murcia, sobre el papel y mirando la clasificación, fue más sorprendente que el dichoso 'homenaje' de un equipo a otro.
Los dos mil aficionados del FC Cartagena seguro que se quedaron más decepcionados por la floja capacidad de reacción de su equipo tras el tempranero tanto de Edu Luna. Por momentos, hasta se olvidaron de animar ante la polémica surgida en el sector del estadio en el que estaban ubicados los hinchas del club de la ciudad portuaria. Mediada la primera mitad, los agentes de seguridad del estadio Enrique Roca hicieron retirar dos banderas de la provincia marítima a los aficionados situados en las primeras filas del 'quesito' destinado a la afición visitante. El derbi sobrepasaba así los límites deportivos, una situación que se 'calentó' después de que ese grupo de aficionados la tomara con la madre del mencionado agente de seguridad.
La honra del pasillo y la exaltación de un pensamiento político no alteraron la tranquilidad de un palco de autoridades en el que volvió a reinar la cordialidad. Francisco Tornel y Francisco Miró, presidente y consejero granas, junto a Paco Belmonte y Manuel Sánchez Breis, dirigentes albinegros, estuvieron escoltados por la vicealcaldesa de Cartagena, Noelia Arroyo; el concejal de Deportes del Ayuntamiento de Murcia, José Felipe Coello; el delegado del Gobierno en la Región, Francisco Jiménez; y la consejera de Deportes, Cristina Sánchez, quien casualmente se ha convertido en la primera dirigente de este tipo en tener su sede trabajo habitual en Cartagena.
La fiesta tras el encuentro, en todo caso, fue exclusivamente grana. De hecho, todo el plantel murcianista al completo devolvió un 'gesto' vivido en el derbi de la temporada pasada a un FC Cartagena que el pasado año se hacía una fotografía con su afición de fondo en Nueva Condomina. El conjunto grana no dudó en repetir la instantánea, situándose ante los seguidores del Fondo Sur, para culminar una semana fantástica y otro capítulo que vuelve a engrandecer el historial de resurrecciones del Real Murcia. Y van...
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