Los estadios brasileños son peligrosos para los hinchas y están obsoletos para las reglas de la FIFA, denunció el Sindicato Nacional de Empresas de Arquitectura e Ingeniería de Brasil, que promueve un plan de infraestructura que acompañe a la organización del Mundial 2014 en el país sudamericano. La entidad presentó en su sede de San Pablo un informe a la prensa internacional sobre 29 estadios en 17 capitales brasileñas y en Santos que presentan fallas edilicias, de visibilidad para los partidos, problemas para salir ante una emergencia y casi inaccesibilidad a los baños públicos para los hinchas. Lo hizo después del anuncio, en Suiza, hecho por la FIFA, de que Brasil fue elegido -siendo único candidato- para organizar el Mundial 2014. El informe "Estadios Brasileños: pasados de la fecha de vencimiento", indica graves trastornos en los baños, en la estructura para la prensa y en los asientos de todos los estadios. "El hincha está corriendo riesgos con esta falta de mantenimiento y en seis años de plazo, a partir de 2008 hasta el mundial, hay tiempo para revitalizar los estadios. Y aprovechar la ocasión para, desde el fútbol, modernizar toda la infraestructura brasileña", dijo a ANSA el presidente de Sinaenco, José Bernasconi. Según el informe de la entidad que agrupa a 13.000 empresas de arquitectos y de ingenieros de Brasil, los estadios con menos defectos fueron el Maracaná y el flamante Engenhao, ambos de Rio de Janeiro, Morumbí de San Pablo, Arena da Baixada, de Curitiba, y Mangueirao, de la ciudad de Belém, en el estado de Pará, en la región amazónica. Por ejemplo, el Kyocera Arena da Baixada, el estadio de Atlético Paranaense y tomado como ejemplo de modernidad por ser refaccionado en 1999, tiene un foso con agua rodeando que se convirtió en un pantano y es un foco de dengue. Los estadios brasileños monitoreados por la entidad fueron construidos en su mayoría entre 1950 y 1970. Castro Mello anunció que en las próximas semanas comenzará construirse en el municipio de Guarulhos, Gran San Pablo, un estadio con los patrones exigidos por la FIFA, aunque se negó a dar más detalles. Este estadio, según especula la prensa local, podría quedar para Corinthians pero también podría poner en jaque la candidatura del Morumbí, propiedad del club Sao Paulo. El costo de la construcción de un nuevo estadio para el patrón FIFA varía entre 200 y 400 millones de dólares, según la entidad de arquitectos e ingenieros. El gobierno del presidente Lula realizará obras de infraestructura hasta 2011 mediante el ambicioso Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC), un plan para modernizar al país y ampliar sus fuentes de energía de 250 mil millones de dólares. Para la Copa del Mundo, el Comité Organizador Local (COL, el ente creado para el Mundial 2014) prevé que 1.200 millones de dólares provengan de la iniciativa privada -brasileña o extranjera- para modificar los estadios a las exigencias de la FIFA. Y otros 4.800 millones, es decir, el 80% de lo presupuestado, deberá ser aportado en obras de infraestructura, hotelería, transporte público, aeropuertos, helipuertos, telecomunicaciones y provisión de fuentes de energía por el gobierno federal. Las acusaciones de lavado de dinero contra la ex dirigencia de Corinthians y el manejo personalista de Ricardo Teixeira, titular de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), no deben ser en opinión de la entidad un escollo para atraer inversiones extranjeras. "Sobre Teixeira le respondo como lo hace el presidente Lula. Hasta que la justicia no se pronuncie sobre todo lo que se dice el no tenemos por qué desconfiar", dijo Bernasconi ante la pregunta de ANSA sobre si los inversores extranjeros confiaban en la CBF como socios para la construcción del Mundial. "Cada una de las empresas estará defendiendo su inversión. Todo el foco estará en la preparación del Mundial", agregó el presidente de Sinaenco. GAT
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