Los Cármenes presentó la mejor entrada de la temporada para presenciar el derbi provincial. 10.200 espectadores, según datos oficiales, pusieron el color de las mejores citas a la tarde futbolística. El Granada y el Baza han visto crecer una rivalidad enorme en los últimos tiempos y la relación entre los hinchas más forofos de ambos clubes es pésima. Por ello, el cruce de insultos fue constante durante todo el encuentro. Al final, algunos aficionados bastetanos se llevaron un triste recuerdo para su casa. Su autobús fue apedreado mientras salía de Granada, a pesar de ser escoltado por la policía, y un impacto rompió una luna lateral.Ya en los prolegómenos del encuentro se respiraba un ambiente animado pero también de tensión por la calle. Los cánticos despreciando al Baza se sucedían por parte de algunos. Los aproximadamente 200 seguidores visitantes quedaron apostados en la parte alta del sector B. Algunos de ellos tampoco rehuyeron el choque, y se devolvieron improperios con los aficionados locales.Los momentos de mayor tensión llegaron en la celebración de los goles. Los futbolistas del Baza se abrazaron y miraron a la grada donde estaba su gente mientras festejaban. Eso enervó las emociones de un sector de Los Cármenes, que no podía concebir el resultado momentáneo. Las sacudidas se sucedieron y los rojiblancos festejaron como si fuera el gol del triunfo el tanto del empate de Gorka Pintado. La actitud de perder tiempo por parte de los visitantes en los instantes finales dinamitó los ánimos y fue claramente censurado. En la bocana de vestuarios, cuando el partido ya había concluído, Milla y Nandi se enzarzaron en una tángana, sin consecuencias.Los ánimos siguieron calientes y un grupo esperó a la marcha del autobús de hinchas bastetanos que fue finalmente dañado. Una actitud claramente perjudicial para la imagen del fútbol.
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