La salida del Deportivo Alavés de La Malata no fue agradable. Primero, por el resultado; segundo, porque un grupo de aficionados albiazules les esperaró en la puerta del estadio gallego en actitud poco amistosa. Al grito de 'jugadores mercenarios' o 'esa camiseta no la merecéis', un grupo no muy amplio de hinchas increpó a la plantilla y retrasó su salida.
Sergio Rodríguez, por ejemplo, comprobó en propias carnes la ira de esos seguidores alavesistas, que se acercaron a él y llegaron a zarandearle, dificultando su llegada al autobús. Esta situación motivó que los encargados de seguridad del estadio recomendaran a la expedición albiazul que aguardara unos minutos en el estadio para salir todos juntos y escoltados por fuerzas policiales. El enfado de un sector de la afición, por tanto, quedó más que patente.
«Lo sentimos por ellos»
Antes de este desagradable incidente, el propio centrocampista riojano dijo que «lo sentimos por los aficionados porque parecía que jugamos en casa y nos da rabia no poder recompensarles, ya que están a muerte con el equipo y sería un palo».
Sergio Rodríguez, por ejemplo, comprobó en propias carnes la ira de esos seguidores alavesistas, que se acercaron a él y llegaron a zarandearle, dificultando su llegada al autobús. Esta situación motivó que los encargados de seguridad del estadio recomendaran a la expedición albiazul que aguardara unos minutos en el estadio para salir todos juntos y escoltados por fuerzas policiales. El enfado de un sector de la afición, por tanto, quedó más que patente.
«Lo sentimos por ellos»
Antes de este desagradable incidente, el propio centrocampista riojano dijo que «lo sentimos por los aficionados porque parecía que jugamos en casa y nos da rabia no poder recompensarles, ya que están a muerte con el equipo y sería un palo».
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