El FC Oporto, vigente campeón de la liga portuguesa, quedó excluido este miércoles de la próxima edición de la Liga de Campeones por parte de la UEFA (Unión Europea de Asociaciones de Fútbol), por intento de corrupción de árbitros, anunció el club en un comunicado.
En este comunicado publicado en la web de la Comisión del Mercado de Valores, vigilante de la Bolsa de Lisboa, el equipo, campeón de Europa en 2004, precisa que apelará la decisión del órgano de control y disciplina de la UEFA, que le ha excluido por un año.
El FC Oporto, reconocido culpable de dos intentos de corrupción de árbitros en la temporada 2003-04 por parte de la liga portuguesa de fútbol, fue sancionado el 9 de mayo con seis puntos y 150.000 euros de penalización, pero renunció a apelar ya que su victoria en el campeonato, por tercera vez consecutiva, estaba ampliamente asegurada.
Si la exclusión del FC Oporto de la Liga de Campeones se confirma en la apelación, el Vitoria de Guimaraes, tercer clasificado, se verá automáticamente incluido en la próxima edición de la competición europea.
Los hechos sancionados por la Liga y por los que el presidente de los "Dragones", Jorge Pinto da Costa, fue suspendido dos años, datan de abril de 2004, en el marco del escándalo del "Silbato de oro", sobre un presunto tráfico de influencias en el fútbol portugués.
Con su veredicto, la comisión de disciplina de la Liga explicó que el club había escapado del descenso porque los expertos consultados no encontraron pruebas de que los partidos estuviesen "trucados".
Según las conclusiones de la investigación de la Liga, los árbitros habían sido, sin embargo, "comprados", y han sido sancionados con hasta seis años de suspensión.
En uno de los casos, al árbitro Jacinto Paixao y a sus asistentes se les ofrecieron los servicios de prostitutas por el club tras un partido contra el Estrela da Amadora, el 24 de enero, ganado 2-0 por el Oporto.
En otro caso, el árbitro Augusto Duarte recibió un sobre con 2.500 euros en casa de Pinto da Costa, dos días antes del partido contra el Beira-Mar, el 18 de abril de 2004, que acabó en empate.
Las acusaciones han sido muchas veces desmentidas por Pinto da Costa, presidente indiscutible del FC Oporto desde hace 26 años que, a título personal, apeló la suspensión por la liga portuguesa, aunque deberá responder ante la justicia penal de "corrupción activa".
En este comunicado publicado en la web de la Comisión del Mercado de Valores, vigilante de la Bolsa de Lisboa, el equipo, campeón de Europa en 2004, precisa que apelará la decisión del órgano de control y disciplina de la UEFA, que le ha excluido por un año.
El FC Oporto, reconocido culpable de dos intentos de corrupción de árbitros en la temporada 2003-04 por parte de la liga portuguesa de fútbol, fue sancionado el 9 de mayo con seis puntos y 150.000 euros de penalización, pero renunció a apelar ya que su victoria en el campeonato, por tercera vez consecutiva, estaba ampliamente asegurada.
Si la exclusión del FC Oporto de la Liga de Campeones se confirma en la apelación, el Vitoria de Guimaraes, tercer clasificado, se verá automáticamente incluido en la próxima edición de la competición europea.
Los hechos sancionados por la Liga y por los que el presidente de los "Dragones", Jorge Pinto da Costa, fue suspendido dos años, datan de abril de 2004, en el marco del escándalo del "Silbato de oro", sobre un presunto tráfico de influencias en el fútbol portugués.
Con su veredicto, la comisión de disciplina de la Liga explicó que el club había escapado del descenso porque los expertos consultados no encontraron pruebas de que los partidos estuviesen "trucados".
Según las conclusiones de la investigación de la Liga, los árbitros habían sido, sin embargo, "comprados", y han sido sancionados con hasta seis años de suspensión.
En uno de los casos, al árbitro Jacinto Paixao y a sus asistentes se les ofrecieron los servicios de prostitutas por el club tras un partido contra el Estrela da Amadora, el 24 de enero, ganado 2-0 por el Oporto.
En otro caso, el árbitro Augusto Duarte recibió un sobre con 2.500 euros en casa de Pinto da Costa, dos días antes del partido contra el Beira-Mar, el 18 de abril de 2004, que acabó en empate.
Las acusaciones han sido muchas veces desmentidas por Pinto da Costa, presidente indiscutible del FC Oporto desde hace 26 años que, a título personal, apeló la suspensión por la liga portuguesa, aunque deberá responder ante la justicia penal de "corrupción activa".
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