Ni tan siquiera en los partidos de Primera División La Rosaleda ha ofrecido el aspecto que tendrá pasado mañana en el decisivo partido ante el Tenerife. A última hora de la tarde de ayer tan sólo quedaban a la venta unas 400 entradas para presenciar el encuentro, casi todas ellas de Tribuna y Preferencia. Y es que Málaga está volcada con su equipo, que se juega ´la vida´ en el último partido de la temporada.
Desde luego, el encuentro de este domingo no tiene desperdicio. Todo es importante. Y los aficionados de Málaga lo saben y lo han demostrado, acudiendo en masa a las taquillas de los centros comerciales Rosaleda y Larios Centro, así como a la ventanilla habilitada para la venta de billetes en el propio estadio de fútbol.
Los afortunados que tienen en su poder una entrada para asistir al encuentro se encontrarán con un estadio lleno ´hasta la bandera´. Y será algo histórico, ya que desde la remodelación de La Rosaleda nunca se ha visto una entrada similar en un partido del Málaga. Ni en Primera ni en Segunda División. Las dos únicas ocasiones en que se han colgado el cartel de ´No hay billetes´ en el estadio malagueño han sido para el primer Partido contra la Pobreza, primero, y para el amistoso entre España y Francia, segundo.
El primero, el pasado 19 de noviembre, fue un encuentro benéfico entre los Amigos de Ronaldo y los Amigos de Zidane. La Rosaleda fue una fiesta. Un par de meses después -6 de febrero-, España y Francia midieron fuerzas en un encuentro en el que Málaga demostró su pasión por este deporte al llenar su estadio.
El domingo será la tercera vez en la historia de esta ´nueva´ Rosaleda en la que se completará el aforo. La visión que ofrecerá el campo, con los 29.000 asientos azules y todos los seguidores entregados para apoyar a su equipo, será única. Los aficionados quieren dar el empujón que le falta al equipo. Están entregados al Málaga.
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