Ronald Cantor, el ayudante de bus que fue agredido por aficionados del equipo americano cuando se disponía a transportar a un grupo de hinchas santafereños el pasado sábado, murió hace media hora en el Hospital Universitario del Valle, HUV, donde se encontraba recluido desde ese día. Este joven, de 27 años de edad, fue víctima de un nuevo caso de violencia que se registró tras el encuentro futbolístico entre el Independiente Santa Fe y el América de Cali en el estadio Pascual Guerrero. “A mi hijo lo cogieron a piedra.
A él no lo bajaron del bus. Yo le hecho la culpa al comandante de la policía que estaba haciendo el operativo esa noche por dejar salir a casi 500 hinchas del América y permitir que eso pasara”, expresó con lágrimas en los ojos Marcos Cantor, padre del conductor. Según relató este hombre, en medio de su desesperación y el dolor por la tragedia, Ronald ya había sido sometido a dos cirugías en la cabeza y sufrió lesiones graves en sus piernas. Tras enterarse de la muerte de su hijo lanzó un clamor al gobernador del Valle, Juan Carlos Abadía, y al alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, en busca de ayuda.
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