El Austria de Viena ha confirmado la presencia de radicales del Lazio en sus gradas, pero al igual que la Policía, asegura desconocer que se hubiera producido una convención o un encuentro internacional de "ultras" antes del partido con el Athletic de Bilbao.
"Tenemos información de que 'ultras' del Lazio estaban en la tribuna este (desde donde se produjo la invasión del campo). La policía ha hecho grabaciones. Pero de un encuentro de ultras ni tenemos información nosotros, ni la Policía", dijo a la prensa el gerente del Austria de Viena, Markus Kraetschmer.
Un portavoz de la Policía de Viena, al cargo de la seguridad del estadio y de los prolegómenos del encuentro, dijo a Efe que no tenían información de una convención o un encuentro de hinchas radicales antes del partido.
El portavoz del club austríaco, Christoph Pflug, tampoco pudo asegurar si "ultras" españoles estuvieron en el estadio, a pesar que se vieran algunos carteles de radicales del Espanyol y el Real Madrid.
"Estamos trabajando con las grabaciones y hasta ahora sólo sabemos con seguridad de la presencia de ultras italianos, pero no de españoles. Pero los trabajos continúan", dijo Pflug a Efe.
El club asegura que va a actuar con la máxima dureza no sólo contra quienes invadieron el terreno de juego, sino también contra quienes profirieron proclamas fascistas, y avanzó que ya se han identificado a varios responsables.
Kraetschmer, que salió en persona para tratar de contener a los hinchas radicales, admite que "fracasaron" como organizadores y ha enviado una carta pidiendo disculpas al Athletic Club de Bilbao por esos "hechos intolerables" que obligaron a interrumpir el encuentro en dos ocasiones.
"Por desgracia esa gente (los ultras) ha utilizado nuestro estadio como escenario. Pero no se puede meter a toda la tribuna este en el mismo saco. Ahora vamos a utilizar todos los materiales disponibles -imágenes de TV, fotos y vídeos- para reunir información y actuar de la forma más rigurosa contra los radicales", aseguró Kraetschmer.
"La utilización de proclamas y carteles fascistas duele muchísimo al Austria de Viena, un club que en este tema conoce cuál es su responsabilidad histórica", agregó.
La directiva y muchos jugadores del Austria de Viena tuvieron que exiliarse o abandonar su vida deportiva tras la anexión de Austria por el Tercer Reich en 1938 debido a sus raíces judías.
Kraetschmer asegura que el club va a replantear toda la política hacia la hinchada y recuerda que el Austria había sido un ejemplo en este aspecto, ya que es el único del país que cuenta con dos trabajadores sociales que se encargan en exclusiva de relacionarse con las diferentes asociaciones de aficionados.
La prensa deportiva considera que el problema del club es que la hinchada está muy atomizada y es muy heterogénea, con la presencia de grupúsculos de extrema derecha que son también muy criticados dentro del club.
En los foros de internet de los aficionados más radicales se habla abiertamente de que en el partido en Bilbao un grupo de "ultrasur" les acompañó a San Mamés y les dio consejos sobre lemas para insultar a los aficionados del Athletic.
Uno de los radicales austríacos conocido en los foros con el apelativo de "ultrassur-wien" se enorgullecía de sus contactos con ese grupo radical, pero avisaba que nadie viajaría de Madrid a Viena para el partido de vuelta y que él se encargaría de colgar "unos carteles".
Esa versión es corroborada por otros foreros que aseguran que los carteles de grupos "ultras" hermanados los colocaron los radicales del Austria y que no había nadie de otra nacionalidad a excepción de los italianos, que habían asistido a un encuentro del Red Bull de Salzburgo y el Lazio el día anterior.
Algunos justifican la agresividad en el partido disputado en Viena por el trato recibido en Bilbao, donde dicen haber sido víctima de agresiones, y del impacto de monedas, botellas y mecheros en el estadio, así como por los fallos arbitrales.
En muchos foros se ha abierto un debate con un gran número de aficionados violetas avergonzados por lo sucedido, recriminando la actitud de los radicales y elogiando a la hinchada del Athletic.
"A todas las provocaciones, los hinchas vascos respondieron mostrando banderas austríacas. Menuda lección nos dieron", dice un aficionado del Austria de Viena.
"Tenemos información de que 'ultras' del Lazio estaban en la tribuna este (desde donde se produjo la invasión del campo). La policía ha hecho grabaciones. Pero de un encuentro de ultras ni tenemos información nosotros, ni la Policía", dijo a la prensa el gerente del Austria de Viena, Markus Kraetschmer.
Un portavoz de la Policía de Viena, al cargo de la seguridad del estadio y de los prolegómenos del encuentro, dijo a Efe que no tenían información de una convención o un encuentro de hinchas radicales antes del partido.
El portavoz del club austríaco, Christoph Pflug, tampoco pudo asegurar si "ultras" españoles estuvieron en el estadio, a pesar que se vieran algunos carteles de radicales del Espanyol y el Real Madrid.
"Estamos trabajando con las grabaciones y hasta ahora sólo sabemos con seguridad de la presencia de ultras italianos, pero no de españoles. Pero los trabajos continúan", dijo Pflug a Efe.
El club asegura que va a actuar con la máxima dureza no sólo contra quienes invadieron el terreno de juego, sino también contra quienes profirieron proclamas fascistas, y avanzó que ya se han identificado a varios responsables.
Kraetschmer, que salió en persona para tratar de contener a los hinchas radicales, admite que "fracasaron" como organizadores y ha enviado una carta pidiendo disculpas al Athletic Club de Bilbao por esos "hechos intolerables" que obligaron a interrumpir el encuentro en dos ocasiones.
"Por desgracia esa gente (los ultras) ha utilizado nuestro estadio como escenario. Pero no se puede meter a toda la tribuna este en el mismo saco. Ahora vamos a utilizar todos los materiales disponibles -imágenes de TV, fotos y vídeos- para reunir información y actuar de la forma más rigurosa contra los radicales", aseguró Kraetschmer.
"La utilización de proclamas y carteles fascistas duele muchísimo al Austria de Viena, un club que en este tema conoce cuál es su responsabilidad histórica", agregó.
La directiva y muchos jugadores del Austria de Viena tuvieron que exiliarse o abandonar su vida deportiva tras la anexión de Austria por el Tercer Reich en 1938 debido a sus raíces judías.
Kraetschmer asegura que el club va a replantear toda la política hacia la hinchada y recuerda que el Austria había sido un ejemplo en este aspecto, ya que es el único del país que cuenta con dos trabajadores sociales que se encargan en exclusiva de relacionarse con las diferentes asociaciones de aficionados.
La prensa deportiva considera que el problema del club es que la hinchada está muy atomizada y es muy heterogénea, con la presencia de grupúsculos de extrema derecha que son también muy criticados dentro del club.
En los foros de internet de los aficionados más radicales se habla abiertamente de que en el partido en Bilbao un grupo de "ultrasur" les acompañó a San Mamés y les dio consejos sobre lemas para insultar a los aficionados del Athletic.
Uno de los radicales austríacos conocido en los foros con el apelativo de "ultrassur-wien" se enorgullecía de sus contactos con ese grupo radical, pero avisaba que nadie viajaría de Madrid a Viena para el partido de vuelta y que él se encargaría de colgar "unos carteles".
Esa versión es corroborada por otros foreros que aseguran que los carteles de grupos "ultras" hermanados los colocaron los radicales del Austria y que no había nadie de otra nacionalidad a excepción de los italianos, que habían asistido a un encuentro del Red Bull de Salzburgo y el Lazio el día anterior.
Algunos justifican la agresividad en el partido disputado en Viena por el trato recibido en Bilbao, donde dicen haber sido víctima de agresiones, y del impacto de monedas, botellas y mecheros en el estadio, así como por los fallos arbitrales.
En muchos foros se ha abierto un debate con un gran número de aficionados violetas avergonzados por lo sucedido, recriminando la actitud de los radicales y elogiando a la hinchada del Athletic.
"A todas las provocaciones, los hinchas vascos respondieron mostrando banderas austríacas. Menuda lección nos dieron", dice un aficionado del Austria de Viena.
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