La policía de Río de Janeiro tuvo que utilizar gases lacrimógenos y balas de salva para contener a los aficionados del Flamengo que intentaban comprar el día 2 los últimos 5.000 boletos puestos a la venda para el partido del domingo, ante el Gremio.
Tras agotar 65.000 boletos en pocas horas la semana pasada, el Flamengo vendió este miércoles otras 5.000 localidades que estaban reservadas al Gremio y no fueron adquiridas por los hinchas del club de la sureña ciudad de Porto Alegre.
La operación se realizó en cerca de una hora y media y frustró a la mayoría de los 15.000 fanáticos que formaron una fila de más de un kilómetro frente a las taquillas del Maracaná.
La fila empezó a formarse el lunes y mucha gente, incluso mujeres y niños, pasaron dos noches en el local para intentar lograr los ingresos de un partido en el que el "roginegro" carioca podrá alzarse con su sexto título del Campeonato Brasileño.
Según las informaciones de la prensa local, el tumulto comenzó media hora antes de la apertura de las taquillas, cuando algunas personas intentaron meterse entre los primeros.
La policía, entonces, pasó a reprimir la multitud con gases lacrimógenos provocando una gran estampida mostrada por las cámaras de las redes televisivas locales.
"Creí que iba a morir"', dijo el estudiante Vicente Koester, de 18 años, que estaba en primer lugar de la fila desde la mañana del lunes, al quejarse de los efectos de los gases lacrimógenos.
Sin embargo, tras salir con sus boletos en la mano, aseveró: "Vale todo ese esfuerzo para ver al Flamengo campeón".
Líder del torneo desde la fecha pasada, el Flamengo tiene 64 puntos, dos más que sus escoltas y una victoria ante el Gremio le dará el título, para romper con un ayuno de 17 años sin alzarse con la copa del "Brasileirao".
En caso de empatar o perder, dependerá de tropiezos del Internacional, Palmeiras y Sao Paulo, que jugarán en el mismo horario, contra Santo André, Botafogo y Sport, respectivamente
Tras agotar 65.000 boletos en pocas horas la semana pasada, el Flamengo vendió este miércoles otras 5.000 localidades que estaban reservadas al Gremio y no fueron adquiridas por los hinchas del club de la sureña ciudad de Porto Alegre.
La operación se realizó en cerca de una hora y media y frustró a la mayoría de los 15.000 fanáticos que formaron una fila de más de un kilómetro frente a las taquillas del Maracaná.
La fila empezó a formarse el lunes y mucha gente, incluso mujeres y niños, pasaron dos noches en el local para intentar lograr los ingresos de un partido en el que el "roginegro" carioca podrá alzarse con su sexto título del Campeonato Brasileño.
Según las informaciones de la prensa local, el tumulto comenzó media hora antes de la apertura de las taquillas, cuando algunas personas intentaron meterse entre los primeros.
La policía, entonces, pasó a reprimir la multitud con gases lacrimógenos provocando una gran estampida mostrada por las cámaras de las redes televisivas locales.
"Creí que iba a morir"', dijo el estudiante Vicente Koester, de 18 años, que estaba en primer lugar de la fila desde la mañana del lunes, al quejarse de los efectos de los gases lacrimógenos.
Sin embargo, tras salir con sus boletos en la mano, aseveró: "Vale todo ese esfuerzo para ver al Flamengo campeón".
Líder del torneo desde la fecha pasada, el Flamengo tiene 64 puntos, dos más que sus escoltas y una victoria ante el Gremio le dará el título, para romper con un ayuno de 17 años sin alzarse con la copa del "Brasileirao".
En caso de empatar o perder, dependerá de tropiezos del Internacional, Palmeiras y Sao Paulo, que jugarán en el mismo horario, contra Santo André, Botafogo y Sport, respectivamente
No hay comentarios:
Publicar un comentario