El fuerte cordón policial impidió la rotura de las lunas; la peña Curva Nord, pacífica, se desmarca de la amenaza a los blancos
La Policía Nacional estaba alerta y vigiló bien el recorrido del autobús del Real Madrid para impedir un impacto cercano y directo que consiguiera el objetivo: romper las lunas del vehículo del equipo blanco. Durante dos días, grupos de incontrolados, que se encubrieron bajo la peña Curva Nord, habían convocado a los seguidores más fanáticos del Valencia para amenazar al Real Madrid con el lanzamiento de objetos para romper los cristales del bus. Los mensajes eran radicales. Madridista, Valencia será tu muerte. Os recibiremos como el Madrid se merece.
La peña Curva Nord, que destaca por su pacifismo, estaba molesta. Se utilizó su nombre para convocar a la ejecución de actos violentos.Ellos, que quieren demostrar la deportividad en el fútbol, se han sentido maltratados por los ultras anónimos.
A la hora de la verdad, la Policía consiguió frenar a los incontrolados. Marcó bien la distancia de seguridad para evitar un lanzamiento de objetos directo. El Madrid recibió dos impactos en las lunas de su autobús, pero no lograron romperlos. El equipo soportó mil gestos e insultos, pero la situación no pasó de ahí.
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