Un mensaje en Internet ha encendido las alarmas. Lleva la inquietante firma de 'Unidad Nacional 88', un grupúsculo neonazi del Frente Atlético, una organización radical con antecedentes de episodios violentos en San Mamés, el último de ellos en 2009, con enfrentamientos dentro y fuera del campo con hinchas locales.
«Viaje organizado a Bilbao. Aquellos que quieran se pasan por donde siempre o respondiendo al correo. Hay dos buses. El precio del viaje y entrada es de 65 euros», se indica.
Y, añaden a continuación, el perfil del seguidor que buscan. «Allí no somos bien recibidos. Son separatistas. Todos, no solo los batasunos, sino hasta las pijas. Así que el viaje es solo para gente ultra, contra los guarros».
El texto ha generado preocupación en el Athletic y en la Ertzaintza. Las fuentes consultadas por EL CORREO ponen, sin embargo, en duda la capacidad de la facción neonazi de presentarse en Bilbao.
Desde los incidentes de 2009, el Athletic no manda entradas al Atlético de Madrid. Además, en una medida que se puso en marcha campañas atrás, cuando los rojiblancos reciben en San Mamés a un equipo madrileño no se expenden tarjetas en la red de cajeros de la BBK en la capital para evitar que caigan en manos de personas con intenciones violentas.
San Mamés tampoco contará con un sitio reservado para los radicales 'colchoneros'. Desde el Atlético de Madrid se aseguró ayer a su coordinador de seguridad, un agente de la Policía Nacional, que los radicales del 'Frente Atlético' no se han hecho con entradas para el partido del domingo a las 21 horas.
La Ertzaintza confía en que no vengan. De hecho, existe la sospecha de que la convocatoria a través de una web de anuncios para aficionados de fútbol sea solo una bravata que busca provocar.
Pero ¿qué sucederá si se presentan en Euskadi dos autobuses llenos de aficionados del Atlético de Madrid? El protocolo de seguridad en estas situaciones recoge que una dotación de la Ertzaintza iría a esperarles en la frontera de Euskadi con Castilla-León.
Los radicales del Zaragoza, Los Ligallo, saben en qué consiste el dispositivo. En su partido en San Mamés, el último de 2012, fueron escoltados desde el límite entre comunidades y para evitar que camparan por Bilbao se les retuvo en un área de servicio de la A-68 hasta que llegó el momento de llevarles al estadio.
Si finalmente entran en Bilbao, el Athletic, que no tiene sitio reservado para ellos, podría apelar a las normas de seguridad, que impiden la mezcla de aficiones en la misma grada, para negarles la entrada.
La última presencia de los ultras del Atlético en San Mamés en 2009 se saldó con graves enfrentamientos. Se presentaron cien radicales. Lanzaron y les lanzaron objetos y además rompieron sillas de la grada del vídeomarcador en la que se situaron.
Al concluir el encuentro, la Ertzaintza, siguiendo el protocolo de seguridad, les retuvo dentro del estadio hasta que se despejaran las inmediaciones. Sin embargo, un grupo de radicales del Athletic intentó acceder al recinto para, desde el fondo norte, lanzar objetos a los seguidores visitantes. La Ertzaintza utilizó material antidisturbios para disolverles. Como consecuencia de los incidentes, hubo tres detenidos.
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