La derrota del Xerez ante el Recreativo, que amplió la mala racha a diez semanas consecutivas sin ganar, ha traído unas consecuencias muy desagradables. Los jugadores fueron insultados y algunos de sus coches apedreados por unos 50 aficionados que esperaron en Chapín al autobús que trasladó a la plantilla desde Huelva. Unos incidentes lamentables que sucedieron en la tarde del pasado domingo y que marcaron de forma negativa la sesión de trabajo de ayer. Nada más finalizar el entrenamiento, los futbolistas se reunieron en la sala de prensa con el presidente Rafael Mateos para analizar la situación. Se esperaba la comparecencia de algunos de los capitanes o del propio dirigente, pero todos declinaron la opción de hacer declaraciones y se limitaron a la nota oficial que emitió el club en su página web. En ella se condenan "los actos vandálicos" y se advierte que el Xerez "no los va a tolerar colaborando con la Policía para identificar a los agresores".
Impagos y evitar el descenso
En la reunión entre presidente y plantilla se abordaron otros temas, como el impago de la nómina de diciembre y una situación deportiva de la que urge salir cuanto antes. La supervivencia de la entidad pasa por lograr la permanencia, ya que un descenso podría conllevar la disolución del Xerez.perum aursum inat
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