El Real Madrid continúa con la renovación de los seguidores que ocupan el Fondo Sur del estadio Santiago Bernabéu después de los últimos acontecimientos acaecidos y la nueva Grada Joven va tomando fondo y forma. Uno de los principales objetivos del club blanco es erradicar todo tipo de conductas y de comportamientos antideportivos y para ello va a endurecer las condiciones para aquellos socios que pretendan seguir y ocupan la conocida como ‘pecera’.
Los responsables del este proyecto han consultado a las fuerzas de seguridad las medidas a tomar y cuentan con el visto bueno y el respaldo. Una de las nuevas normas es el “control dactilar” para saber quién accede al estadio y evitar posibles filtraciones de los seguidores radicales que han sido expulsados recientemente con motivo de la lucha interna por el poder de dicho Fondo. Además, la Policía los tendrá ‘fichados’ ante cualquier eventual altercado ya que antes sólo estaban obligados a presentar el DNI en las puertas de acceso. Las normas vigentes se han endurecido y ahora será preciso que todos los adscritos a la Grada Joven firmen una especie de contrato-compromiso con el Real Madrid por el que se comprometen a no utilizarla como púlpito para arengas políticas o de cualquier índole que vayan contra el decoro deportivo (simbolos fascistas, racistas…).
Los nuevos carnets serán intransferibles y si un socio acumula cinco ausencias a lo largo de la temporada será expulsado de la Grada Joven, ya que el objetivo del club es que este sector se dedique a arropar y animar a los jugadores durante los partidos y siempre debe estar llena. Una de las peticiones de los nuevos responsables de esta Grada era que se retirasen los cristales blindados que les separaban del resto del público, sugerencia que no ha sido atendida de momento a la espera de la puesta en marcha y de la respuesta de los nuevos inquilinos. Si todo discurre con normalidad, será retirada en breve.
La idea del club es que la Grada Joven comienza a funcionar el primer partido del año, en el que el Real Madrid se enfrentará al Celta.
Los responsables del este proyecto han consultado a las fuerzas de seguridad las medidas a tomar y cuentan con el visto bueno y el respaldo. Una de las nuevas normas es el “control dactilar” para saber quién accede al estadio y evitar posibles filtraciones de los seguidores radicales que han sido expulsados recientemente con motivo de la lucha interna por el poder de dicho Fondo. Además, la Policía los tendrá ‘fichados’ ante cualquier eventual altercado ya que antes sólo estaban obligados a presentar el DNI en las puertas de acceso. Las normas vigentes se han endurecido y ahora será preciso que todos los adscritos a la Grada Joven firmen una especie de contrato-compromiso con el Real Madrid por el que se comprometen a no utilizarla como púlpito para arengas políticas o de cualquier índole que vayan contra el decoro deportivo (simbolos fascistas, racistas…).
Los nuevos carnets serán intransferibles y si un socio acumula cinco ausencias a lo largo de la temporada será expulsado de la Grada Joven, ya que el objetivo del club es que este sector se dedique a arropar y animar a los jugadores durante los partidos y siempre debe estar llena. Una de las peticiones de los nuevos responsables de esta Grada era que se retirasen los cristales blindados que les separaban del resto del público, sugerencia que no ha sido atendida de momento a la espera de la puesta en marcha y de la respuesta de los nuevos inquilinos. Si todo discurre con normalidad, será retirada en breve.
La idea del club es que la Grada Joven comienza a funcionar el primer partido del año, en el que el Real Madrid se enfrentará al Celta.
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