La Ertzaintza ha diseñado un dispositivo de seguridad para el encuentro que el próximo sábado disputa la selección de Euskadi en San Mamés frente a Perú, similar, según precisó un portavoz, al que el año pasado se desplegó en Anoeta, un encuentro que se saldó con varios agentes heridos y 16 personas imputadas por la fiscalía por los altercados que se produjeron.
Seguridad informó ayer en un comunicado de que “los controles de acceso serán rigurosos” y “se impedirá la entrada en el campo de todas aquellas personas que traten de introducir bengalas o botes de humo o de quienes presenten síntomas de haber ingerido bebidas alcohólicas o drogas”.
El objetivo es evitar la lluvia de bengalas, asientos y otro tipo de objetos que empañó el año pasado la tradicional cita navideña de la selección vasca de fútbol. Entre unas 650 y 700 personas conformarán el dispositivo, entre ertzainas, policías municipales, agentes de seguridad privada y personal del Athletic. La cifra no difiere mucho —“quizás sea un poco más alta”, según el citado portavoz—, al número de personas que se desplegaron en Anoeta. El dispositivo es similar al de los encuentros europeos que este año ha disputado la Real Sociedad.
Hace ahora un año no fueron capaces de evitar que se introdujeran bengalas y cohetes en el campo —los radicales rompieron la ventana de un cuarto de baño, consiguiendo introducir así el material en el estadio—.
El dispositivo también falló cuando posteriormente la Ertzaintza se desplegó en la tribuna sur de Anoeta para intentar evitar el lanzamiento de objetos. Entonces, los radicales —en estos encuentros coinciden los ultras de los tres equipos vascos y los de Osasuna— la emprendieron contra los agentes, hiriendo de diversa consideración a 14 de ellos.
La consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, reconoció en una comparecencia posterior en el Parlamento, que faltó un alto mando al frente del dispositivo, no llegaron los refuerzos, las comunicaciones no funcionaron y hubo errores en la ejecución de las órdenes impartidas.
La Ertzaintza advirtió de cara el encuentro que se disputará este sábado de que las personas que pretendan introducir bengalas y botes de humo “podrán ser objeto del correspondiente expediente sancionador y se les prohibirá su acceso al campo”. Además, los agentes desplegados “controlarán la posible presencia de pancartas, símbolos u otros soportes con mensajes insultantes o que inciten a la violencia”.
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