A dos semanas del Mundial, el país del fútbol no quiere saber nada del deporte que es la pasión nacional. Ayer, las calles de siete ciudades vivieron un día más de manifestaciones, huelgas y confrontaciones de protesta contra el torneo de la FIFA. Cinco de ellas (Río de Janeiro, Salvador, Brasilia, Sao Paulo y Belo Horizonte) son sedes de la competición y recibirán partidos oficiales a partir del día 12 de junio.
La situación más grave es la de Salvador, la capital del estado de Bahía y donde España se estrena en el Mundial, el 13 de junio, contra Holanda. La ciudad vive el tercer día consecutivo de caos por el paro de los conductores de los autobuses, que demandan un aumento salarial del 12%. Ayer los paros alcanzaron el cien por cien y ningún autobús salió a la calle, afectando a la vida de aproximadamente 2,8 millones de habitantes que dependen del transporte público diariamente. En febrero, otra huelga, de los agentes de la policía, causó dos semanas de pánico en la ciudad. Fueron 152 muertos en 11 días y pérdidas del comercio bahiano del orden de 300 millones de reales (131 millones de euros). Río de Janeiro, São Luís do Maranhão y Florianópolis también sufrieron con la huelga de los autobuses. En Río, aunque el paro haya sido parcial, es la tercera huelga convocada en lo que va de mayo.
Pero las imágenes más impactantes vinieron desde Brasilia, donde la marcha de un grupo de indígenas hacia el Estadio Nacional de la ciudad acabó en violencia. Unos 2.500 nativos, adornados con ropas y pinturas tradicionales, se enfrentaron a 700 agentes de la policía que utilizaron caballos, gases lacrimógenos y balas de goma, mientras los indígenas se defendieron con sus arcos y flechas. Uno de los policías fue alcanzado por una flecha y resultó herido mientras que seis líderes nativos sufrieron impactos procedentes de balas de goma. El incidente ocurrió delante del estadio donde estaba expuesta la copa del Mundial, que fue retirada como medida de seguridad.
En Sao Paulo, escenario del partido inaugural Brasil-Croacia, el día 12 de junio, los profesores y funcionarios de la red pública de educación siguen en huelga desde hace 35 días. El martes, 2.300 personas también salieron a la calle y cerraron parte de la Avenida Paulista, el corazón económico de la mayor ciudad de las Américas. En Belo Horizonte, ciudad sede de Argentina y Chile, uno de los rivales de España, los médicos de la red municipal decidieron parar durante 48 horas en todos los centros de salud. Este es el tercer paro de los profesionales sanitarios en la capital de Minas Gerais en las últimas tres semanas. La reivindicación es la misma: mejores salarios y condiciones laborales.
Si no bastaran las revueltas populares, otra de las sedes del Mundial sufre también con los fenómenos de la naturaleza. Manaus, capital del estado del Amazonas, ha decretado estado de emergencia por riesgo de inundaciones. La ciudad, ubicada en el medio de la selva amazónica, espera la que puede ser una de las tres peores crecidas del río Negro en los últimos cinco años y está construyendo pasarelas metálicas de emergencia para las áreas afectadas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario