La Fiscalía de Turquía pide cadena perpetua para 35 aficionados del sector más ultra del club de fútbol Besiktas. Se los acusa de complot para derrocar el Estado turco.
Sorpresa mayúscula en las calles ante la petición de la Fiscalía de cadena perpetua agravada para 35 aficionados del Çarsi, el ala ultra del equipo de fútbol de Besiktas.
En el curso de las manifestaciones, miles de ciudadanos mostraron su enfado con las autoridades montando barricadas cerca de la oficina del entonces primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, en Estambul, capital de Turquía. Por eso, asegura la Fiscalía, el Çarsi es una organización terrorista que quería derrocar el Gobierno.
En los disturbios del parque de Gezi del verano pasado participaron, además de aficionados del Çarsi y de otros equipos de fútbol, arquitectos, ambientalistas, militantes de izquierdas, minorías religiosas y étnicas y ciberactivistas. El Gobierno los acusó de aliarse con organizaciones terroristas.
Desde la oposición se acusa que gradualmente todos los círculos disidentes están pasando por el banquillo de los acusados por haberse manifestado en Gezi. Primero fueron los arquitectos y activistas medioambientales, luego los internautas y ahora los aficionados al fútbol.
La Fiscalía ha usado mensajes en Twitter y llamadas telefónicas para justificar la pena pedida para los representantes del Çarsi. Ahora líderes de este grupo, que exhibe un importante compromiso social, pueden ver recompensada su buena gesta con la cárcel de por vida.
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