El emparejamiento entre el Lokomotiv Moscú y el Fenerbahçe turco en los dieciseisavos de final de la Liga Europa se perfila como un partido de máxima tensión debido al conflicto diplomático entre ambos países por el derribo de un bombardero ruso en Siria.
Tras reconocer que era muy consciente de las tensiones bilaterales, la UEFA decidió no separar en diferentes bombos a los clubes rusos y turcos en el sorteo, y garantizó que se tomarán "todas las medidas de seguridad necesarias" durante ambos partidos.
La afición turca es conocida mundialmente por su pasión desmesurada, mientras la rusa no le va a la zaga en agresividad, lo que le ha valido no pocas sanciones por parte de la UEFA, en la mayoría de las veces por sus cánticos racistas.
Con todo, el ministro de Deportes, Vitali Mutkó, animó hoy a los aficionados moscovitas a comprar entradas y viajar a Estambul para el partido de ida.
"Hay que comprar entradas. Las relaciones diplomáticas no están rotas. Si tuviéramos elección, existiría la opción de no ir. Pero hay un calendario oficial y hay que respetarlo", señaló.
Precisamente, Mutkó suspendió la celebración en Turquía del tradicional torneo amistoso invernal de la Liga Nacional de Fútbol de Rusia y desaconsejó a los clubes rusos el fichaje de futbolistas turcos.
A su vez, la Unión de Fútbol de Rusia recomendó a los clubes de fútbol que, por el mismo motivo, no se concentren en invierno en Turquía y opten por otras alternativas, como Israel o España.
Por su parte, el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, recordó hoy que "los deportistas no son parte del problema que existe ahora" y recordó que "ni los deportistas ni los espectadores que asistirán al partido en Moscú o Estambul son enemigos".
"Espero que sea un partido tranquilo, que se juegue con limpieza y rebaje la tensión bilateral", comentó.
Mientras, el vicepresidente del Fenerbahçe, Mahmut Uslu, expresó su confianza en que el cruce con el Lokomotiv "ayude a instaurar la paz entre Turquía y Rusia".
"El deporte debe unir", dijo el directivo, quien al mismo tiempo expresó sus dudas de que las autoridades rusas permitan que los seguidores turcos viajen a Moscú para asistir al partido de vuelta.
En el plano deportivo se mostró convencido de que su equipo pasará la eliminatoria, ya que "es más fuerte que el Lokomotiv", segundo clasificado de la liga rusa.
"Ustedes saben cómo son los medios de comunicación en Rusia. Los partidos se presentan en ese sentido especialmente interesantes e intensos", señaló.
Como represalia por el derribo del avión ruso, el presidente ruso, Vladímir Putin, ordenó la imposición de sanciones contra Turquía como la prohibición de la importación de verduras y frutas, la imposición de visados, la suspensión de vuelos chárter y la congelación de acuerdos comerciales.
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