Florentino Pérez no da puntada sin hilo. El presidente del Real Madrid quiere tenerlo todo bajo control. Desde los medios de comunicación (veta a la prensa no amiga), hasta los aficionados. Comenzó por desterrar a Ultras Sur. Ahora sentencia a los que critican su gestión desde la Grada de Animación. Tiene topos que le chivan todos los comentarios.
La Grada de Animación como sustitución pacífica a Ultras Sur tampoco convence a un Florentino que ve como, poco a poco, cada vez son más las voces críticas que salen desde este sector. El último movimiento del presidente blanco consiste en fiscalizar la zona de animación con vigilantes e informes secretos.
Expulsados por criticar
Uno de los miembros de esta grada denuncia, de forma anónima en Vozpópuli, que “ponen vigilantes del club con chaleco y toman nota de quién no anima, de quién critica o del que falta a los partidos”. La misma fuente asegura que Florentino recibe todos los informes y, si son negativos, pueden acarrear la expulsión a mitad de temporada, o la no renovación.
Los socios de la Grada de Animación, indica la misma información, cuentan con un descuento de 300 euros (pagan 400 euros en lugar de los 700 euros habituales) a cambio de animar al club y a los jugadores: “Está terminante prohibido criticar”. Otro implicado indica que el club da órdenes “para evitar todo en contra del palco y no silbar ni gritar ninguna consigna contra Florentino”. “Sería un suicidio”, añade, antes de matizar: “Nadie puede expresarse libremente, y muchos tienen miedo a decirlo en público porque les quitan el abono”.
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