La Federación Francesa de Fútbol (FFF) ha abierto un procedimiento disciplinario contra los clubes Olympique de Marsella y París Saint-Germain tras los "inaceptables incidentes" registrados este sábado en la final de la Copa de Francia.
En un comunicado, la FFF denunció el "comportamiento inaceptable de ciertas personas que pretenden ser hinchas marselleses y parisienses, tanto en el interior como en el exterior" del Estadio de Francia y anunció que tomaría medidas disciplinarias para "establecer responsabilidades".
Ni el triple control de espectadores establecido, ni el muro de más de dos metros de altura que por primera vez protegía el recinto deportivo situado en Saint-Denis, al norte de París, impidieron graves incidentes al final del encuentro.
En particular, varios incendios en la zona de los seguidores marselleses, donde resultaron calcinados asientos tras la victoria del PSG por 4-2.
El Estadio de Francia fue uno de los lugares atacados el pasado 13 de noviembre en la oleada de atentados terroristas que causaron la muerte de 130 personas y por los que las autoridades francesas declararon un estado de emergencia que acaba de ser prolongado hasta finales de julio.
A tres semanas del inicio de la Eurocopa, el prefecto de policía del departamento de Seine Saint-Denis, Philippe Galli, dijo hoy que había que revisar el dispositivo de seguridad previsto.
Reconoció, asimismo, en declaraciones a la emisora "Europe 1", que el sábado hubo fallos de seguridad, en particular en las aglomeraciones registradas en los puntos de control, con cacheos poco rigurosos.
La policía detuvo a ocho sospechosos tras el partido del sábado, al que asistieron 78.000 personas, y que para la policía y las fuerzas del orden y de seguridad servía, según la emisora France Info, "de ensayo general" para la competición europea.
La federación, sin embargo, precisó que el fallido plan de seguridad de este sábado "no correspondía integralmente al dispositivo definitivo previsto para el Euro-2016", que se disputará del 10 de junio al 10 de julio, y que se espera atraerá a Francia a 2,5 millones de espectadores y 7 millones de visitantes.
El ministro francés del Interior, Bernard Cazeneuve, que este lunes convocó a varios responsables de la federación para abordar los fallos de seguridad del sábado, subrayó, por su parte, que éstos serían corregidos de inmediato.
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