La violencia enquistada en el fútbol argentino también hace estragos entre semana. Los jugadores del Club Deportivo Morón, que milita en la tercera categoría, fueron amenazados por la barra brava del club en pleno vestuario tras un entrenamiento. Los delincuentes los apuntaron con armas de fuego y les exigieron que cesaran en su reclamo de pago de salarios, tras 2 meses sin cobrar. El presidente de la entidad, Pablo Sauro, se despegó del hecho. “Sabemos que hay un trasfondo político detrás de todo esto”, dijo.
Era una mañana tranquila en el entrenamiento que el Deportivo Morón realizó durante el festivo de este miércoles. Sólo una cosa alteraba el normal desarrollo del plantel que se encuentra a tan solo 4 puntos de la cima de la clasificación de la Primera B metropolitana (la tercera categoría en Argentina): los 4 candidatos que dentro de 10 días se disputarán la presidencia compartían una asamblea general ordinaria. Sin embargo, la misma fue interrumpida por una noticia desagradable.
Integrantes de lo que se conoce como la barra brava (los ultras) ingresaron libremente a los vestuarios y amenazaron al plantel apuntando con armas de fuego a dos de los jugadores. El plantel reclama el atraso en el pago de los salarios, a pesar de haber cobrado algo de dinero en los últimos días, según argumentó Sauro a los medios. El principal señalado por los violentos es el atacante Javier Rossi, autor de dos goles el pasado fin de semana, en el partido ante Colegiales.
“Necesitamos que los dirigentes se pongan a la altura de la campaña que estamos haciendo nosotros. Con mi señora pasaremos la desgracia hasta junio. Si no responden nada iré al gremio, como hacen todos. Es una lástima que las cosas terminen mal cuando lo único que tienen que hacer es poner plata”, declaró Rossi luego del partido. El equipo marcha en la 5ª posición, a tan sólo 4 puntos del líder, Flandria. El otro jugador apuntado fue el defensa Emiliano Mayola.
Según palabras del propio Sauro, “estos hechos nos traspasan a todos, sin medir candidatos ni agrupaciones. Es un mal. Es un flagelo que nosotros no tenemos y no queremos dentro de nuestro club. Esta violencia no puede ser parte de Deportivo Morón”, sostuvo y agregó: “Ayer y hoy hicimos todo lo posible por acercarle dinero al plantel porque lo que queremos es que todo funcione de manera normal. Tanto que incluso hoy fui el primero y el último en salir del vestuario hasta quedarme tranquilo de que todo haya vuelto a la normalidad”.
Según un comunicado difundido por el club el pasado 18 de mayo, “se les abonó 400.000 pesos al primer plantel de fútbol”, aunque, tras conocerse el suceso, el propio dirigente reconoció a los medios que resta abonar 2 meses de sueldo. Sauro también expresó que el ingreso de los barras al club es posible porque son socios de la institución y en cuanto a la posible expulsión de los violentos en los padrones adelantó que “según lo que refieran los jugadores, nosotros vamos a actuar”.
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