El último partido que el Cádiz C. F. enfrentó contra el Racing de Ferrol no ha quedado en un simple encuentro de fútbol. Y no por lo meramente deportivo, vital para el club, sino por todo lo que le rodeó. Al incidente que tuvo el alcalde de Cádiz con agentes de la Policía Nacional tras la expulsión de un aficionado y que ya está en manos de la Comisión Antiviolencia, se suma ahora un nuevo altercado que puede tener consecuencias penales. La Policía Local ha denunciado los destrozos que sufrió uno de los coches que emplearon en el dispositivo de seguridad del encuentro.
Fue el sábado. El cadismo se echó a la calle para apoyar a sus jugadores ante el encuentro de la eliminatoria del ascenso. Miles de aficionados se reunieron de manera espontánea en los aledaños del estadio Carranza para vitorear al equipo a su llegada. Cuando el autobús hizo acto de presencia el entusiasmo creció y algunos de esos aficionados llegaron a subirse a un furgón de Policía Local pegando saltos sobre él. Los daños que ha sufrido el vehículo son importantes y se calcula que su reparación podría costar más de seis mil euros.
Por ello, la Policía Local ha puesto el hecho en conocimiento del grupo de investigación de la Policía Nacional para que se identifique a los autores de dichos destrozos. Se les podría acusar de un delito de daños. Al ser sobre un bien jurídico público y propiedad de un cuerpo de seguridad, la pena puede llegar a ser de dos a cuatro años si el daño causado finalmente superara los mil euros.
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