Este episodio de disputa dialéctica con los agentes de la policía local gaditana no es el único en el que se encuentra inmerso el alcalde de Cádiz. Agentes de la Policía Nacional se encuentran también «muy molestos» con él debido al «comportamiento» que tuvo con algunos de los funcionarios que se ocuparon el pasado sábado de la seguridad del partido que el equipo amarillo disputó contra el Racing de Ferrol. Según fuentes consultadas, durante el citado encuentro tras desatarse una trifulca en el Fondo Sur, en la zona central donde se suelen ubicar los Brigadas Amarillas, los agentes propusieron para una posible sanción y expulsaron a varios aficionados que estaban «insultando» a los policía. Una vez desalojados, el alcalde acudió a intermediar por uno de ellos para que volviera a entrar en el estadio. De esta manera y según denuncian las mismas fuentes, ante la negativa del vigilante de seguridad que se encontraba en la puerta, González Santos llegó a decirle que ya hablaría con su superior, consiguiendo así que le dejara pasar.
Pero el asunto no se quedó ahí. Mientras accedía al recinto el alcalde desoyó las palabras que le dirigían los agentes encargados de la custodia de la zona exterior que le advertían que dicho aficionado había sido expulsado del estadio y no podía volver a entrar según establece la Ley del Deporte. «Ni se paró. Se comportó con superioridad, con una actitud chulesca», explican desde la Unión Federal de la Policía (UFP). Según aseguran, no quiso escuchar a los agentes que le apercibieron y en todo momento pidió hablar con sus superiores». No es el comportamiento propio de una persona que dice que viene al estadio como un aficionado más», lamentan. «Un ciudadano no pide hablar con los superiores de esa manera».
Como detallan las fuentes consultadas, a pesar de que el alcalde sea una autoridad, «es el coordinador de seguridad quien asume las tareas de dirección, coordinación y organización de los servicios de seguridad en la celebración de los espectáculos deportivos. Sus funciones y régimen de designación y cese se determinan por ley y sólo un árbitro puede darle alguna consigna si lo estimara oportuno en caso, por ejemplo, de que entienda que hay que suspender el encuentro».
Finalmente el alcalde llegó a hablar con los mandos que se encontraban en el recinto y tras ello y debido nuevamente a que sus requerimientos «no eran oportunos» tuvo que volver a acompañar al aficionado expulsado a la puerta de salida.
Este episodio podría ser incluído en el informe que redacte el coordinador de seguridad y que se envía después de cada partido a la Comisión Antiviolencia, que es el órgano competente de valorar lo ocurrido y sancionar en casos de incidencias.
Desde UFP advierten que la actitud que tuvo González Santos «no es la manera lógica» de proceder de un alcalde que debe de entender que la Policía Nacional cumple con sus obligaciones y que son ellos «los encargados de garantizar la seguridad dentro de un recinto deportivo».
Esta versión policial difere de la que se daba desde el Ayuntamiento gaditano. Fuentes municipales relataban el incidente afirmando que «en el transcurso del primer tiempo hubo algunos conatos de pelea en el Fondo Sur entre algunos aficionados cadistas de la misma peña. Otro aficionado, situado en otra zona de esa grada, ante el cariz que estaban tomando las cosas comenzó a pedirle a la Policía Nacional que actuara, que no dejara que siguiera la cosa así. Ante esta situación, un agente de la Policía Nacional agarró a este joven y lo sacó de su localidad, con una falta de proporcionalidad en la fuerza que empleó que fue denunciada por dicho joven –que curiosamente se prepara para policía nacional–. Los agentes expulsaron a este aficionado del estadio, lo que provocó el enfado de muchos aficionados que se encontraban en fondo sur, algo que podía traducirse en una nueva disputa.
Ante ello, el alcalde decidió aclarar lo ocurrido, para lo que pidió que el joven y el agente de la Policía lo aclararan en persona. Para ello, solicitó que esta persona regresara al campo y, una vez aclarada la situación con los agentes, el propio alcalde lo acompañó a la salida del estadio para que abandonara Fondo Sur, del que había sido expulsado. En ningún momento pretendió hacerlo regresar al estadio, solo evitar males mayores dado lo caldeado que estaba el ambiente en esa grada después de la actuación policial, por lo que una vez acabada la conversación, el alcalde en persona lo acompañó a la salida por la que este joven abandonó definitivamente el estadio».
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