Cuatro miembros del entorno de Riazor Blues (así fueron identificados en una nota difundida por la policía nacional), peña ultra del Deportivo, se encuentran en prisión acusados de propinar una brutal paliza a un joven en el Orzán durante la madrugada del 23 al 24 de julio.
Entre los detenidos por la Policía Nacional se encuentran A. M, M. M., A. V. y un cuarto cuya identidad no ha trascendido. Los dos primeros son conocidos por su ascendencia sobre los integrantes de la peña radical. En el caso de M. M. fue uno de los fundadores de la misma. Desde hace años ha destacado por su presencia pública en actos como la entrega de una placa a Lendoiro el día de su último partido como presidente del Deportivo. A. M., por su parte, estuvo implicado en la reyerta del Manzanares en la que fue asesinado Francisco Javier Romero Taboada, Jimmy. Además, es habitual su participación como púgil en combates de boxeo amateur que se celebran en la ciudad.
El primero de los detenidos lleva en prisión desde hace dos semanas, ya que fue apresado a las pocas horas de la agresión. Los otros lo fueron el pasado jueves, ayer pasaron a disposición judicial y posteriormente ingresaron igualmente en el centro penitenciario de Teixeiro en carácter preventivo.
Según informó la policía, los hechos por los que se encuentran presos «se produjeron el pasado 24 de julio, en torno a las 4 horas, cuando se recibe una llamada en el 091 en la que se comunica que había una pelea en la calle Orzán. Personadas las dotaciones policiales en el lugar de los hechos, se encuentran a un hombre tirado en el suelo, sangrando abundantemente por la boca, hecho por el que procedieron a solicitar inmediatamente una ambulancia, la cual procedió al traslado del agredido a un centro hospitalario, donde fue asistido de sus lesiones (fracturas en la mandíbula, pómulo y pérdida de prácticamente todas las piezas dentales)».
Golpes y patadas
Siempre según la versión policial, la víctima se encontraba en ese momento acompañada de su pareja, la cual manifestó a los policías que todo empezó cuando iban caminando por la calle y tuvieron un encontronazo con un par de jóvenes, golpe que les fue reprochado por su novio, sin más incidentes. Sin embargo, esos dos jóvenes volvieron al lugar acompañados de otras personas, que sin mediar palabra tiraron a su pareja al suelo y comenzaron a darle golpes y patadas, hasta que al llegar en su auxilio varios transeúntes dejaron de golpearle y se dieron a la fuga».
La detención de A. M. tuvo lugar ese mismo día, en torno a las seis de la mañana, ya que él mismo se personó en comisaría para denunciar la sustracción de su DNI y su teléfono móvil. El policía que le atendió, conocedor de la agresión y de que se estaba buscando a sus autores, procedió a su detención inmediata. En el momento de la detención todavía presentaba restos de sangre en alguna prenda de ropa, así como marcas en sus manos y nudillos.
Con anterioridad, la pareja del agredido había facilitado «un teléfono móvil a los agentes, que le había sido entregado por un ciudadano que había presenciado los hechos y que, al verlo en el suelo, pensó que era de la víctima».
Los funcionarios policiales recogieron el terminal y comprobaron que en la funda del mismo había un DNI, que mostraron a la pareja del agredido y a uno de los testigos, los cuales reconocieron en la fotografía del documento a uno de los agresores, iniciándose en ese momento la búsqueda de los mismos.
Durante las últimas dos semanas, los investigadores siguieron indagando sobre lo sucedido y consiguieron apresar el pasado jueves a los otros tres supuestos agresores que desde ayer duermen en prisión.
Entre los detenidos por la Policía Nacional se encuentran A. M, M. M., A. V. y un cuarto cuya identidad no ha trascendido. Los dos primeros son conocidos por su ascendencia sobre los integrantes de la peña radical. En el caso de M. M. fue uno de los fundadores de la misma. Desde hace años ha destacado por su presencia pública en actos como la entrega de una placa a Lendoiro el día de su último partido como presidente del Deportivo. A. M., por su parte, estuvo implicado en la reyerta del Manzanares en la que fue asesinado Francisco Javier Romero Taboada, Jimmy. Además, es habitual su participación como púgil en combates de boxeo amateur que se celebran en la ciudad.
El primero de los detenidos lleva en prisión desde hace dos semanas, ya que fue apresado a las pocas horas de la agresión. Los otros lo fueron el pasado jueves, ayer pasaron a disposición judicial y posteriormente ingresaron igualmente en el centro penitenciario de Teixeiro en carácter preventivo.
Según informó la policía, los hechos por los que se encuentran presos «se produjeron el pasado 24 de julio, en torno a las 4 horas, cuando se recibe una llamada en el 091 en la que se comunica que había una pelea en la calle Orzán. Personadas las dotaciones policiales en el lugar de los hechos, se encuentran a un hombre tirado en el suelo, sangrando abundantemente por la boca, hecho por el que procedieron a solicitar inmediatamente una ambulancia, la cual procedió al traslado del agredido a un centro hospitalario, donde fue asistido de sus lesiones (fracturas en la mandíbula, pómulo y pérdida de prácticamente todas las piezas dentales)».
Golpes y patadas
Siempre según la versión policial, la víctima se encontraba en ese momento acompañada de su pareja, la cual manifestó a los policías que todo empezó cuando iban caminando por la calle y tuvieron un encontronazo con un par de jóvenes, golpe que les fue reprochado por su novio, sin más incidentes. Sin embargo, esos dos jóvenes volvieron al lugar acompañados de otras personas, que sin mediar palabra tiraron a su pareja al suelo y comenzaron a darle golpes y patadas, hasta que al llegar en su auxilio varios transeúntes dejaron de golpearle y se dieron a la fuga».
La detención de A. M. tuvo lugar ese mismo día, en torno a las seis de la mañana, ya que él mismo se personó en comisaría para denunciar la sustracción de su DNI y su teléfono móvil. El policía que le atendió, conocedor de la agresión y de que se estaba buscando a sus autores, procedió a su detención inmediata. En el momento de la detención todavía presentaba restos de sangre en alguna prenda de ropa, así como marcas en sus manos y nudillos.
Con anterioridad, la pareja del agredido había facilitado «un teléfono móvil a los agentes, que le había sido entregado por un ciudadano que había presenciado los hechos y que, al verlo en el suelo, pensó que era de la víctima».
Los funcionarios policiales recogieron el terminal y comprobaron que en la funda del mismo había un DNI, que mostraron a la pareja del agredido y a uno de los testigos, los cuales reconocieron en la fotografía del documento a uno de los agresores, iniciándose en ese momento la búsqueda de los mismos.
Durante las últimas dos semanas, los investigadores siguieron indagando sobre lo sucedido y consiguieron apresar el pasado jueves a los otros tres supuestos agresores que desde ayer duermen en prisión.
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