Por aquello de las obras de mejora del césped de El Arcángel, el Córdoba B recibía al Real Jaén en el Ciudad de Lucena, ese estadio que albergó tardes de gloria para el Lucena en su pelea por el ascenso a Segunda B, como partidos con las gradas semivacías cuando el equipo caminaba hacia la desapareción. Pero seguramente pocas historias más inauditas habrá visto que del partido de hoy.
Al llegar al estadio se observaba una numerosa presencia policial, incluso de la montada a caballo, que se presentaba en la puerta 6 del estadio lucentino. También llamaba la atención la alta seguridad para acceder, mientras un grupo de aficionados parecían discutir con los agentes por las entradas. Y es que la situación era surrealista.
Desde Jaén llegaron unos 200 aficionados para animar y apoyar a su equipo. Entre ellos, dos familias con sus hijos. La primera, papá José Camacho, su esposa y su pequeño, un bebé de apenas dos meses, socio del Real Jaén por 5 euros para toda la temporada. En la misma expedición, Conchi, también acompañada de su marido y sus dos pequeños de nueve meses y tres años respectivamente.
“Cuando vamos a acceder al campo, nos encontramos que el de seguridad nos para y nos dice que no podemos entrar el carrito del niño, pese a que tiene dos meses y a que le ofrecemos quedarnos en la parte de arriba. Le explicamos que tener a un niño tanto tiempo en brazos es muy incómodo, tanto para la madre como para el niño pero aceptamos y voy a llevar al carrito al coche. Cuando volvemos y vamos a entrar nos dicen que el niño también paga. Le explicamos que tiene dos meses y que no hemos pagado por él en ningún campo a los que le hemos llevado. Pero con una actitud chulesca nos dijeron que tenía que pagar todo el mundo y el bebé también”, relata José, el padre del niño,
El suceso llegó a oídos de la directiva del Real Jaén, que, con Higinio Vilches a la cabeza, presidente de la entidad, tomó cartas en el asunto y quiso invitar a estas dos familias, porque la de los dos niños vivió el mismo caso, a entrar al estadio, aunque ellas se negaron. Aún así, en señal de protesta, la comitiva de directivos del Jaén se negó a sentarse en el palco de autoridades y decidió situarse en la grada visitante junto con su afición.
El mandatario jiennense atendió también a Cordobadeporte en el descanso del encuentro y no escondía su indignación. “Esto no es posible. Es una cosa de locos. No sé ni qué decir. Hemos tomado la decisión de sentarnos con nuestra gente antes que a su lado. Las cosas no se hacen así”, exponía tras comentar que el consejero blanquiverde presente en el partido, Andrés Delgado, le dijo que "esto es lo que hay".
Tanto José como Conchi y sus respectivas familias pidieron las hojas de reclamaciones, aunque con pocas esperanzas. “Simplemente es para que esté ahí. Estas cosas no pueden ocurrir. Seguimos al Real Jaén y nos gusta el deporte, pero todo tiene un límite”.
Como siempre, y conociendo al Córdoba, la culpa será de otros, aunque no es la primera vez que sucede, cuando en otros casos bien que se mira hacia otro lado. El caso es que el club cordobesista hizo pagar a un bebé de dos meses 10 euros para ver un partido de Segunda B, en un estadio lleno sólo en un tercio y donde más de la mitad era afición visitante.
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