Unos treinta individuos atacaron la noche del pasado viernes a ocho jóvenes, dos de los cuáles terminaron en el hospital, según denuncian en un comunicado PCPE y CJC, detallando que los agresores pertenecerían al grupo ultra Ligallo Fondo Norte y que la agresión se produjo en una cafetería en el entorno de la universidad, y en la misma, según han informado estas organizaciones, se llegó a usar una pistola táser.
Afirman que “este grupo habitualmente frecuenta la zona provocando agresiones y lanzando amenazas a personas tanto por motivos ideológicos como estéticos”. También acusan a este mismo grupo de ser “responsable de la agresión contra aficionados de la S.D. Huesca” en la calle San Jorge de Zaragoza hace dos semanas, y por cuyos hechos fueron detenidos tres miembros del Ligallo.
Las agresiones fascistas vinculadas a grupos de ultras del fútbol no son nada nuevo en Zaragoza. De hecho, el grupo Ligallo Fondo Norte ha sido durante décadas cobijo de fascistas que practicaban la violencia racista y xenófoba amparándose en la impunidad de la que gozan estos grupos, habitualmente menos perseguidos que partidos y asociaciones de corte abiertamente ultraderechista. En el caso del Ligallo Fondo Norte, muchos de estos jóvenes se agrupan alrededor del grupo denominado “Gamberros”.
Desde finales de 2015, y tras el fracaso del Hogar Social de Las Fuentes, con vínculos con el partido político Movimiento Social Republicano, también debilitado a nivel estatal por las continuas luchas internas, muchos jóvenes ultraderechistas volvieron a un activismo más callejero, sin dejar de lado la vinculación con la ultraderecha, un activismo que encuentra el escondite perfecto en las gradas de fútbol.
No en vano, tras los atentados de París de noviembre de 2015, grupos vinculados al Hogar Social de Las Fuentes y también al Ligallo Fondo Norte, organizaban cpnjuntamente una concentración bajo el lema “Contra todo terrorismo”, en la que pudieron demostrar su antiislamismo portando una pancarta en la que se podía leer “No al terror islámico”.
Voltios sin control
Las pistolas táser, pese a ser consideradas un arma “no letal”, han causado numerosas muertes desde que se comenzaran a usar, tanto por cuerpos de seguridad como por civiles.
En este sentido, Amnistía Internacional aseguraba en 2013, que entre 2001 y 2012 al menos 500 personas en EE.UU. murieron después de recibir una descarga con un Taser.
No son pocos los estados que han prohibido su uso, incluso en sus cuerpos de policía. En el Estado español son armas clasificadas en el art. 5.1c como exclusivamente policiales y militares, prohibidas a particulares, lo que, de demostrarse el uso de la misma, podría acarrear una condena penal para el agresor.
Aumento de las agresiones fascistas
La Plataforma Antifaixista de Zaragoza se ha unido a la denuncia pública de los hechos, y añade que “hemos detectado un incremento de las agresiones de grupos de ultraderecha”. Aseguran recibir informaciones constantes de víctimas que “no quieren que dar un paso al frente por miedo, e incluso no interponen denuncia, por lo que se benefician del terror que siembran para quedar impunes. De hecho, una joven nos ha informado que el mismo viernes un grupo de unas seis personas le gritó ‘roja de mierda vete del país’ y ‘asquerosa’ en la calle Don Jaime, tras lo cual se pusieron a entonar el Cara al Sol. Y otra persona nos ha informado que fue brutalmente agredido a finales de julio en su pueblo por varios individuos procedentes de Zaragoza”.
Según la PAZ, en este último caso los agresores “utilizaron puños americanos y se produjo entre varias personas y por la espalda cuando el joven regresaba a casa. Le gritaron ‘puto perroflauta’ y se ensañaron con él, teniendo que necesitar asistencia médica por las lesiones”. El agredido puso la correspondiente denuncia ante la Guardia Civil.
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