Un par de pancartas en el fondo aludían al sentimiento y a los valores de la afición franjirroja, mientras varios cánticos dirigidos a la directiva y a los jugadores ponían la "pimienta" que la faltó al partido entre Rayo y Mallorca.
Vallecas todavía no muestra su máximo esplendor, aunque poco a poco va recobrando la fuerza y la vitalidad que siempre han acompañado a la afición del Rayo Vallecano. Las proclamas del fondo, seguidas en mayor o menor medida por el resto del graderío, se dirigieron a jugadores y directivos principalmente, pero también a todo aquel que quiera escuchar y tomar buena nota de lo que día a día sucede en el club. El primer mensaje de hoy venía a reivindicar el amor por unos colores y el sentimiento de orgullo que siempre acompaña al seguidor del Rayo. "Enamorado de tu franja, aunque a veces duela" resume a las claras el sentimiento de la afición rayista, que también quedó expresado en otro momento del encuentro ante el Mallorca. Una nueva pancarta volvía a incidir en lo que representa el Rayo para su gente: "Valentía, coraje y nobleza, estos son nuestros valores... si no os gustan, no tenemos otros", se podía leer.
Entre tanto, las proclamas habituales de "Presa vete ya" o "Nosotros somos el Rayo", vinieron acompañadas de cánticos reivindicativos. El primero hacia la plantilla, a la que ya se había hecho alusión en el choque ante el Valladolid pidiendo once hinchas en el terreno de juego y mostranto la puerta de salida a quien quisiera salir, y a los que hoy se les gritó el clásico "échale huevos, Rayito, échale huevos". Para la directiva hubo uno muy directo también, el referido al lamentable estado de conservación en el que se encuentra el Estadio de Vallecas. Al grito de "esta casa es una ruina", el aficionado del Rayo Vallecano pidió a la directiva que ponga los medios para solucionar las graves deficiencias que muestra el estadio vallecano.
Y así, entre cántico y cántico, con ocho mil aficionados presentes en la mañana de este domingo (hay que recordar que el club anunció que había superado los diez mil abonados hace unas semanas) se consumió una jornada en la que el Rayo ganó y en la que la grada expresó nuevamente su opinión.
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