13 detenidos, 8 heridos y multitud de destrozos en Madrid. Ese es el bagaje del paso de los ultras de Legia, los más peligrosos de Europa, por la capital española. El partido de vuelta se jugará sin público por una sanción de la UEFA, pero hasta el momento los bélicos seguidores tenían 'barra libre' para viajar por Europa. Hasta el momento, porque el club ha anunciado este miércoles el fin de los viajes organizados al extranjero.
"El Legia ha tomado esta decisión de manera unilateral, sin injerencia de la UEFA", explicó Seweryn Dmowski, portavoz del equipo polaco.
Más de 3.000 ultras viajaron a Madrid para presenciar el encuentro de Champions League entre Real Madrid y Legia (5-1). Ya por la mañana causaron disturbios en La Latina y en los alrededores del estadio Santiago Bernabéu sembraron el caos.
El dispositivo planeado por las autoridades españolas, que englobó a cerca de 2.000 efectivos de seguridad, funcionó lo mejor posible pero no pudo evitar los incidentes de los violentos, y en la mayoría de las casos ebrios, que lanzaron vallas y botellas a los agentes de policía, tal y como pudo presenciar Lainformacion.com.
El encuentro de vuelta entre ambos dos equipos tendrá lugar el próximo 2 de noviembre a puerta cerrada en Varsovia. El Legia fue sancionado por la UEFA debido a que sus ultras rociaron con gas pimienta a los empleados de seguridad de su propio estadio y a los hinchas del Borussia Dortmund.
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