El derbi dezano entre el Cogal Rodeiro y el Lamela del pasado domingo en el campo de A Raña tuvo que ser suspendido en torno al minuto 80 después de que se produjese una pelea en la que se vieron envueltos jugadores y aficionados del conjunto local. Los hechos tuvieron lugar unos minutos después de que el Lamela lograse adelantarse en el marcador. El 0-1 no sentó bien a la afición local, cuyo enfado se tradujo en un empujón a un jugador del equipo trasdezano cuando iba a realizar un saque de banda. Esa acción originó una disputa entre jugadores de ambos equipos, con una tarjeta roja por cada bando y dos futbolistas con heridas graves. Ante esta pelea y la invasión de campo por parte de los aficionados del Rodeiro, el colegiado de la contienda decidió suspender el partido y reclamó la presencia en el campo de la Guardia Civil. A su llegada los ánimos ya se habían calmado.
El empujón por parte del público a uno de los jugadores del Lamela prendió la mecha. El primero en llegar a la zona fue el portero de los trasdezanos Roberto, que fue tirado al suelo, donde recibió varias patadas por parte del jugador del Rodeiro Alpidio, que vio la roja directa por parte del colegiado. El meta estaba pendiente de someterse a unas pruebas médicas, aunque tiene un edema en la zona de las costillas.
La pelea sin embargo continuó, entrando varios aficionados locales al campo. En medio de empujones y discusiones, el jugador del Lamela Lilo dio un cabezazo al jugador del Rodeiro Peón, que sufrió una brecha en una ceja. Lilo vio también la tarjeta roja, mientras que Peón recibió cinco puntos de sutura. El colegiado reflejó en el acta ambas agresiones, así como los hechos protagonizados por los aficionados del Rodeiro ubicados en la zona de la cantina.
Tras el partido, el entrenador del Lamela, Xoel Goldar, calificó como "una vergüenza" lo sucedido en A Raña, un campo en el que recuerda que no es la primera vez que suceden cosas similares. "Espero que les impidan organizar partidos a puerta abierta durante mucho tiempo", explicó al tiempo que anunció la intención del Lamela de presentar una alegación ante la federación. "Llevo muchos años en el fútbol y nunca había visto algo así", sentenció.
Por su parte, el entrenador del Rodeiro, Emilio García, lamentó todo lo sucedido en A Raña. "Estas cosas no pueden pasar, aunque también creo que pudo ser peor", manifestó al analizar lo sucedido. El técnico considera que uno de los motivos que originaron la trifulca fue la actitud del portero del Lamela, ya que entiende que tuvo una actitud provocadora con los aficionados, a los que realizó un gesto ofensivo tras el gol de su equipo. Añadió sin embargo que esa actitud no es excusa para los hechos que tuvieron lugar después. Emilio García aguarda ahora la sanción que el comité de competición imponga al Rodeiro y a su jugador Alpidio, aunque teme que será dura. Aguarda sin embargo que el partido se reanude en el momento de la suspensión.
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