Diez personas heridas leves, entre ellas dos policías carabineros, así como daños en vehículos y en las vidrieras de las edificaciones ubicadas al rededor del estadio Atanasio Girardot, dejaron las protestas que este domingo protagonizaron hinchas de Independiente Medellín tras el partido que el equipo rojo perdió con el Deportes Tolima.
El comandante operativo de la Policía Metropolitana de Medellín, coronel Mauricio Cartagena dijo que los desmanes fueron protagonizados diez minutos antes de concluir el encuentro por seguidores rojos que no entraron al estadio y se ubicaron en las afueras del escenario deportivo.
Agregó que los revoltosos fueron controlados rápidamente por los 800 policías asignados al estadio y que, al final, nadie quedó detenido.
El oficial llamó la atención por la forma como se produjeron estos desórdenes entre personas que no entraron al ver el compromiso y anotó que será necesario, para otras jornadas, tomar otra serie de medidas.
Entre las personas heridas se encuentra María Elena Mejía, quien acaba de salir de trabajar del almacén Universo Rojo y fue golpeada en uno de sus muslos, según ella, por una de las granadas lacrimógenas lanzadas por la Fuerza Pública.
Por su parte, una habitante de la carrera 74 con la calle 48, occidente de Medellín, dijo que en ese sector los seguidores rojos quebraron vidrios en varias casas y dañaron el parabrisas de un carro blindado que estaba estacionado en el lugar.
"No sé por qué dejan acumular a los hinchas en esta cuadra y no ponen policías desde antes del partido, porque cada que hay problemas en el estadio pagan nuestros ventanales y nadie viene a responder por los daños.
"Lo de este domingo fue horrible, nos tuvimos que encerrar para evitar que nos pasara algo. Aquí en esta esquina se paró una mujer a gritarles a los muchachos que les tiraran piedras y palos a los policías. No sé de dónde sacaron esas rocas y gujarros, porque lo que hemos hecho los vecinos es que cada que hay partido limpiamos bien nuestros frentes y podamos bien los prados para evitar que sirvan de caleta de drogas, cuchillos, papabombas y hasta revólveres, concluyó la mujer.
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