Los ultras del Frente Atlético han aterrizado hoy a la mañana en Bucarest. La Policía rumana había sido advertida por la Policía Nacional española de su peligrosidad y ha establecido un dispositivo para evitar que generen disturbios. Les han ido a esperar al aeropuerto de la ciudad y les escoltan en todos sus movimientos por ella. Así irán hasta el estadio y al acabar el partido, de vuelta al aeródromo.
En una Bucarest encapotada y en la que ha llovido, el ambiente entre las aficiones es de confraternización. "Por el momento no hemos tenido información de ningún incidente", se ha felicitado una fuente de la Ertzaintza, que ha enviado a seis agentes a Bucarest para velar por la seguridad de los rojiblancos.
De hecho, la única incidencia de un hincha rojiblanco de la que tienen constancia los agentes vascos, es una pérdida de documentación, imprescindible para montar en el avión de vuelta. La embajada española en esta ciudad ha establecido un dispositivo de 24 horas para tramitar carnets provisionales de inmediato. Allí se dirigió y solucionó su problema el ciudadano vizcaíno afectado.
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