Sol Campbell, excapitán inglés, aconseja a los aficionados negros a no viajar al torneo para evitar agresiones xenófobas en un reportaje emitido por la BBC
¿Quién falta? «Quedaos en casa, seguid los partidos por la televisión, No os arriesguéis, podéis regresar en un ataúd». Son las rotundas palabras Sol Campbell, excapitán de la selección inglesa, tras ver el reportaje especial sobre el racismo en Polonia y Ucrania emitido por el programa «Panorama» de la cadena BBC once días antes de que arranque la Eurocopa. Pese al mensaje de tolerancia cero de la UEFA el miedo a incidentes racistas es patente, al menos, entre los británicos. Las familias de los dos futbolistas negros del combinado inglés, Theo Walcott y Alex Oxlade-Chamberlain, han declinado la posibilidad de viajar al torneo. Desde el Foreign Office británico se aconseja a los aficionados que extremen las precauciones para no verse envueltos en incidentes racistas en Ucrania.
Polonia decidió imponer mano dura contra el vandalismo en la grada tras la final de la Copa del año pasado que acabó en una batalla campal entre aficionados y antidisturbios sobre el terreno de juego. Este mismo lunes la policía polaca ha detenido a 42 personas involucradas en tráfico de drogas y extorsión, varios vinculados a grupos ultras de fútbol. Pero las sanciones de los últimos meses no han terminado por erradicar el problema de las gradas. La temporada comenzó con una multa de 10.000 euros al Legia de Varsovia después de que sus seguidores desplegasen en uno de los fondos una pancarta con el lema «Jihad Legia» en un partido europeo contra el Hapoel de Tel Aviv.
Consignas antisemitas
Precisamente el antisemitismo es uno de los grandes problemas por resolver a la vista del reportaje emitido por la BBC, que ha grabado durante un mes el ambiente en los estadios de los dos países que organizan la Eurocopa. «Es judío el que no bote» y otras consignas se reproducen en varias gradas de Polonia. El Primer Ministro del país, Donald Tusk, pide desde hace meses que se desarrolle el torneo de forma pacífica.
«Por supuesto que existe un problema, pero no es mucho más grande que el que han tenido otros países organizadores. El Gobierno ha hecho mucho para solucionar el problema del racismo y la violencia en los estadios en el último año», explica el portavoz del ministro de exteriores. «Invitamos al torneo a Sol Campbell. No solo estará seguro, sino que se sentirá como en casa», comenta Marcin Bosacki.
Insultos racistas
La situación en Ucrania no parece mucho mejor. El documental de la BBC denuncia la pasividad de la policía ante, por ejemplo, el saludo nazi de los aficionados del Metalist de Járkov cuyo estadio albergará los partidos de la Eurocopa entre Holanda, Dinamarca, Alemania y Portugal. El saludo, captado por cámaras dentro del estadio, es negado incluso por un responsable de la policía local. «Los aficionados estaban señalando a la grada rival», explica. El documental también muestra el desprecio de los aficionados hacia los futbolistas negros, aunque jueguen para el equipo local, que son recibidos con ruidos de mono. «Es muy triste, algunos de los que insultan son niños», explica Sol Campbell al ver las imágenes.
El futbolista argumenta que Platini y compañía se han equivocado al designar a estos países como organizadores de un torneo que «no merecen» . Entre las gradas abundan también cruces celtas, runas vinculadas al fascismo (Sigel u Odal), o la calavera Totenkopf, símbolos prohibidos por la UEFA, cuya política de tolerancia cero funciona dentro y fuera de los estadios y otorga la potestad al árbitro de detener o suspender un partido si se producen incidentes racistas.
La negación de Ucrania
A menos de un mes para el inicio de la Eurocopa las cámaras de la BBC grabaron en un estadio de Ucrania una salvaje paliza a unos aficionados de origen asiático que seguían el partido desde la grada familiar. «Es horrible, estábamos apoyando al equipo local», explican tras ser atendidos por los servicios médicos mientras denuncian la impunidad de los violentos.
Las primeras reacciones han llegado a cargo de jugadores ucranianos, que rechazan la imagen vertida sobre sus compatriotas. «No tenemos ningún problema real con el racismo, el país es muy tranquilo y la gente muy acogedora», explica Andriy Shevchenko a la cadena británica. «Jamás he escuchado ningún problema sobre el racismo», llega a sostener Oleg Luzhny, que fue futbolista del Arsenal.
La cara oculta de la Eurocopa
La xenofobia, que también ha golpeado durante los últimos meses al resto del fútbol europeo -John Terry ha perdido el brazalete de capitán por su presunta actitud racista en el campo-, no es el único problema que tendrá que superar Ucrania en la Eurocopa. Las tensiones políticas por la encarcelación de
Durante las últimas semanas se han recrudecido los actos de protesta por el posible aumento de la explotación sexual a mujeres durante el torneo de fútbol y varios países han mostrado su preocupación por el desorbitado precio de los hoteles en ambos países durante las semanas de competición. Todo ello, junto a la delicada situación económica que vive el continente ha llevado a que, por primera vez, la Federación inglesa no haya conseguido vender todas las entradas puestas a disposición de sus seguidores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario