Gracias a las grabaciones de video, los policías del campo identificaron a un joven de 20 años de edad y se espera que se detenga a más personas.
El jugador ghanés del Milan AC Kevin-Prince Boateng, objeto principal de los insultos, cogió el balón y le pegó una patada hacia la grada desde la que se escuchaban los agravios, abandonando inmediatamente el campo de juego.
La decisión de los jugadores del Milan de abandonar el campo como forma de protesta contra la gente que gritaba insultos fue recibido como un precedente positivo.
El partido del Milan con el Pro Patria del jueves resultó el primero en la historia del fútbol italiano interrumpido por gritos racistas. "Ha sido una señal fuerte, importante, que por fin ha creado un precedente", dijo el ex jugador Damiano Tommasi, presidente de la asociación de futbolistas italianos.
El jugador del Milan Kevin-Prince Boateng afirmó que volverá a abandonar un campo de juego si vuelve a sufrir ataques racistas. Boateng también reclamó a la FIFA que debería actuar más para poner fin al racismo. "Mucha gente en la FIFA puede hacer algo y deberían despertarse y hacerlo. No deberían tolerarlo. Deberían expulsar a gente para siempre de los estadios".
No hay comentarios:
Publicar un comentario