La Real se muestra convencida de que para el encuentro ante el Deportivo del domingo (17.00 horas) estarán arreglados los desperfectos ocasionados por los aficionados radicales en el partido Euskadi-Bolivia. En los últimos días operarios del propio club y de Anoeta Kiroldegia han trabajado para volver a colocar los más de 400 asientos que fueron destrozados por los ultras. Por el momento se encontraban realizando labores de herrería en los soportes defectuosos y se prevé que en las próximas horas comenzarán a instalar las habituales localidades azules de Anoeta.
La mayoría de los desperfectos se localizaron en el fondo sur del estadio, concretamente en la zona ubicada encima del marcador, donde se colocaron los hinchas radicales y desde donde no pararon de caer bengalas y petardos a lo largo de todo el encuentro. Esto motivó que la Ertzaintza se viera obligada a acometer varias cargas y que se produjeran graves enfrentamientos con el resultado de catorce agentes heridos, siete de ellos de baja por fracturas, 16 violentos imputados por la Fiscalía por participar en los altercados, con dos detenidos (uno de ellos de quince años), y catorce identificados por los agentes.
Cuando finalice el trabajo para los arreglos, Anoeta Kiroldegia le enviará la cuenta a la Federación Vasca de Fútbol, que deberá hacerse responsable de su pago. Según el informe que se remitió al ente federativo y elaborado por el responsable de mantenimiento de Anoeta, había cerca de "450 asientos rotos, 150 soportes doblados, roturas de vallas, soportes indicadores, extintores, cristales, dispensadores de papel de los baños...". En los cristales hay que incluir el del aseo que, supuestamente, rompieron para meter en el campo decenas de bengalas y petardos dentro de una mochila.
30.000 euros Se calcula que hasta mediados de febrero no llegará la factura hasta los rectores de la federación, pero todo parece indicar que los gastos totales ascenderán a unos 30.000 euros. Por lo tanto, las más de 70 bengalas (según la basura que recogieron los servicios de limpieza), bombas de humo, petardos, objetos punzantes y sillas volando por Anoeta, que obligó a los trabajadores de la Real a multiplicarse para ir retirándolos de las pistas de atletismo, provocarán que el fútbol base vasco vea reducida su subvención. Esto incluye a los chavales que practican este deporte de forma reglada en Euskadi entre los 7 y los 17 años. Como los beneficios del choque que estaban destinados en un principio a sus arcas se cifran en unos 120.000 euros, el fútbol base va a quedarse por lo tanto sin recibir un 20%.
sin sanción Pese a la extrema gravedad de los incidentes que pudieron causar algún disgusto más importante, tal y como han reconocido varios ertzainas, todo parece indicar que la federación no va a recibir ninguna sanción. La Ley recoge la prohibición de introducir este tipo de objetos en el estadio y su lanzamiento al campo. Incluso la norma establece una multa máxima de 15.025 euros por bengala. El hecho de que el colegiado del amistoso, el andoaindarra Pérez Lasa, no recogiera en el acta que se produjese ningún incidente durante el choque, tal y como ha confirmado la federación, motivará casi con absoluta seguridad que no vaya a recibir ninguna amonestación ni económica ni disciplinaria. El Comité de Competición, organismo que depende de la Federación Española de Fútbol, no suele entrar a examinar altercados cuando, como sucedió en este encuentro, ninguna de las bengalas cayó al terreno de juego ni motivó que se suspendiera el duelo en ningún instante, pese a que durante casi los 90 minutos se disputaron con una neblina espectacular provocada por el humo
El único organismo que podría penalizar a la Federación Vasca es Antiviolencia, que corresponde al Consejo Superior de Deportes, pero solo lo hará si decide actuar de oficio, por la circunstancia antes reseñada de que el colegiado no reflejó los incidentes en el acta. Esta opción se conocerá mañana, cuando la comisión se reúna por primera vez en este año. Aunque no se descarta del todo, en la Federación tampoco esperan ningún castigo.
Por último, la Dirección de Juegos y Espectáculos del Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco también podría adoptar alguna medida, aunque los gestores federativos también lo consideran muy poco probable.
En conclusión, lo que debía ser la fiesta del fútbol vasco se volvió a ver empañada por los 800 seguidores radicales que lo único que pretendieron fue provocar incidentes durante el transcurso del choque. La factura de los mismos la sufrirá el fútbol base de Euskadi, que va a ver reducida la subvención que ingresa en el habitual partido de Navidad.
Las peñas Herri Norte Taldea, Indar Gorri, Mujika Taldea e Iraultza 1921 reconocieron ayer a través de un comunicado su error por introducir bengalas en Anoeta, pero señalan que el origen de los altercados registrados "no estuvo en las bengalas sino en la brutalidad sufrida por varios hinchas a manos de la Ertzaintza". En el escrito conjunto enviado ayer a los medios de comunicación, las peñas denuncian "la desproporcionada carga llevada a cabo por los agentes, poniendo en peligro la vida de las miles de personas que abarrotaban la grada" y a consecuencia de la cual "numerosos ciudadanos de diversas edades, entre ellos menores, resultaron heridos. La actitud de algunos parece no haber cambiado en nada desde el asesinato de Iñigo Cabacas", añade la nota de estos grupos que dicen ser "conscientes" de que "el lanzamiento de bengalas no ayuda en nada" a su "objetivo" de conseguir la "oficialidad" de la selección vasca. "Por tanto mostramos nuestra disconformidad con el empleo dado a las bengalas y hacemos un llamamiento para que este tipo de comportamientos no vuelvan a repetirse en el futuro".
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