El presidente uruguayo, José Mujica, ordenó hoy retirar la custodia policial a los partidos que se jueguen en el estadio del club Nacional y en el Centenario, lo que puede derivar en una inmediata paralización del fútbol como consecuencia de los disturbios registrados el miércoles.
El anuncio oficial es la respuesta a los violentos incidentes registrados tras el partido de Copa Libertadores que el Newell's Old Boys argentino ganó por 2-4 al Nacional.
Cuarenta seguidores radicales del Nacional fueron detenidos, 13 policías resultaron heridos y se registraron serios destrozos en varios graderíos y sectores aledaños del estadio Centenario, donde juega sus partidos el Peñarol, el otro equipo de gran popularidad en el país.
Mujica debe reunirse mañana con el presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), Sebastián Bauzá y directivos de Nacional y Peñarol.
Para evitar ayer incidentes entre ultras de ambos equipos la policía escoltó hasta la periferia de Montevideo a los autobuses que trasladaron a unos 3.000 seguidores del Newell's, que al finalizar el partido regresaron a su país.
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