A una semana de la primera final de la historia de la Copa de Europa entre dos equipos de la misma ciudad, las fuerzas de seguridad y la organización están muy pendientes de los movimientos de los hinchas más radicales de ambas aficiones. Pero pese a la gran rivalidad histórica entre Real Madrid y Atlético de Madrid, no hay por el momento preocupación por posibles altercados en las calles de Lisboa antes o después del partido que cerrará la temporadas de clubes.
Y es que el acoso del Real Madrid para conseguir la desintegración de los Ultras Sur sigue su curso y, desde la entidad de Chamartín, se decidió que no se facilitarían entradas para la final de Champions a esta peña radical, que durante esta temporada ha visto como ha perdido incluso su sitio en el Bernabéu.
Siguiendo esa línea, no ha habido cupo dedicado a los ultras madridistas, y a todo miembro de Ultra Sur denominado ‘conflictivo’ al que se ha reconocido durante la venta de entradas ordinaria, se le ha negado la venta. Eso sí, algunos seguro habrán podido conseguir entradas y estarán en el estadio Da Luz el sábado próximo, pero será a título individual y en pequeños grupos.
Del Frente irán 750 y muy controlados
En la Policía había preocupación por cómo controlar a estos aficionados que en otras ocasiones han protagonizado altercados de cierta gravedad. Esa es la única justificación, la de un mayor control, que se desprende de la postura del rival de los madridistas, que por otra parte es la habitual entre la mayoría de los grandes clubes europeos. Así, el Atlético de Madrid decidió reservar 750 entradas para su peña ultra, el Frente Atlético, del cupo de 17.000 que les dio la UEFA. Este privilegio de los radicales colchoneros tiene como contrapunto que viajarán totalmente controlados y entrarán al estadio escoltados por las autoridades.
En las últimas horas, la Policía ha detectado amenazas de uno y otro bando por internet. Aunque el riesgo de alguna pelea aislada es difícil de reducir a cero en este tipo de acontecimientos multitudinarios, bien es cierto que en las grandes finales o torneos importantes, las aficiones suelen disfrutar con normalidad del prepartido en las respectivas ‘Fan Zone’. Demostrando que la mayoría de hinchas sólo van a disfrutar de su equipo y de lo que, al fin y al cabo, es una fiesta del fútbol. Celebración a la que los Ultras Sur no han sido invitados.
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