El colectivo racinguista Diablos Verdes fue el que alertó al Racing de la presencia de hinchas del Celta, con porras y puños americanos, muy cerca del lugar en al que ellos habían quedado (en la carretera alta del puerto, al lado de la Casa del Mar) para bajar juntos al campo de fútbol de A Malata. Así lo confirma Cristina Valiño, la gerente del Racing, quien tras recibir la llamada se puso en contacto con el coordinador de seguridad del club, Miguel Brea, para avisarlo de lo que estaba sucediendo: «Cuando hablé con él -comenta- me dijo que estaban al tanto de lo que sucedía y que ya había enviado al lugar efectivos de la policía».
Cris Valiño subraya que desde el colectivo le aseguraron que no había habido quedada por Internet ni contacto previo de ningún tipo. Añade que en el club tampoco había constancia de excursiones organizada por aficionados del Celta y que eran hinchas que se habían desplazado hasta Ferrol por su propia cuenta.
Reconoce que en el pasado el Racing ha tenido algún problema de violencia aunque destaca: «Ha sido siempre fuera del estadio, nunca en el interior. Ahora, con el colectivo Diablos Verdes hemos tenido más de una conversación, saben perfectamente nuestra posición contra la violencia y que no les vamos a pasar ni una. Les hemos advertido de que a la primera se van a casa. Queremos que las familias racinguistas vengan al campo a pasárselo bien».
Destaca que esta llamada del miércoles es un claro ejemplo de este entente y que gracias a la llamada de los aficionados verdes y la rápida actuación de la policía se pudo evitar una reyerta que habría podido causar heridos.
El Racing cede a este colectivo un local en el propio campo de fútbol de A Malata, en concreto bajo la grada de Fondo Sur: «Se lo dejamos -explica la gerente del Racing- para que guarden allí sus banderas, los plásticos para tifos, etcétera. El coordinador de seguridad de la policía tiene una llave del local para que puede hacer las pertinentes revisiones».
Isidro Silveira, presidente del Racing, refrenda las palabras de Cristina Valiño: «Tras sufrir algún episodio de violencia con otras aficiones -explica- hablamos con ellos para que se acabaran la peleas. Saben que tienen que avisarnos de todo lo que hacen y ya les hemos aclarado que los violentos no pueden seguir con nosotros. De hecho, ante la presencia de los seguidores violentos del Celta, ellos no buscaron la confrontación, sino que se alejaron. Esa es la actitud que queremos».
Agradece al Celta que viniera a jugar este partido pagando ellos todos los gastos: «Este grupo eran apenas 20 aficionados y no representan al Celta ni a su gran afición».
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