No cayó bien en el seno de la afición del PSV Eindhoven la eliminación de la Champions League a manos del Atlético de Madrid en el curso pasado. Y no cayó bien por cómo se produjo porque siendo sobre el papel un equipo inferior, los de Philip Cocu pusieron contra las cuerdas a los rojiblancos y sólo pudieron quedarse fuera de la competición en la tanda de penaltis. Una forma cruel de marcharse de Europa.
El caso es que no todo gue bien en len esa eliminatoria. Lo sucesos de los aficionados del PSV humillando a mendigas rumanas en la Plaza Mayor dieron la vuelta al mundo y los hinchas holandeses se sintieron humillados en su conjunto. Tampoco acabaron contentos por el trato recibido por la afición rojiblanca aunque en este caso se trató más de la alegría del pase que de un intento de humillar a la afición holandesa, pero como meses después se han reencontrado, los hinchas del PSV han querido ‘golpear’ primero.
Para ello, un grupo de ellos, ultras del cuadro holandés, se acercó al hotel de concentración de los jugadores rojiblancos, del Atlético, el hotel Pullman, en la ciudad de Eindhoven. Allí, al filo de medianoche, por espacio de unos diez minutos, estuvieron tirando fuegos artificiales y petardos para tratar de despertar a los jugadores rojiblancos. Se trató de un gesto más simbólico que efectivo porque tampoco pudieron acercarse a más de 100 metros del hotel, montaron su parafernalia cerca de la iglesia de Augustijnenkerk, entre las calles, Ten Hagestraat y Kanaalstrat, con cánticos y tal. Pero en la expedición colchonera no hubo mella, algunos jugadores ni se enteraron y los que sí que lo hicieron pensaron que estaban en fiestas en la localidad.
Los ultras han colgado esta mañana su hazaña en una red social con el lema. “Atleti Hey, adivina quién está de vuelta!”
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