El Legia de Varsovia, principal equipo de fútbol de la capital polaca, ha rechazado la exhibición de una pancarta homófoba en su estadio durante un partido de liga. En el cartel se podía leer «Varsovia libre de maricones» junto a las siglas «LGBT» tachadas. La demostración de odio se producía pocos días después de que el alcalde de la ciudad firmara una ambiciosa declaración con medidas para proteger y luchar contra la discriminación de la comunidad LGTB. El club se ha desmarcado del incidente y afirma que «el estadio es un lugar para todos».
Los hechos tuvieron lugar el pasado viernes durante el encuentro contra el Miedź Legnica. Un grupo de hinchas del equipo local desplegó una pancarta de treinta metros de longitud con el mensaje «Varsovia libre de maricones» junto a las siglas LGBT tachadas en rojo. La red de asociaciones Fútbol Contra el Racismo en Europa (FARE Network) denunció el episodio y criticó el silencio del Legia de Varsovia y de la federación polaca de fútbol.
El incidente llegó hasta el ayuntamiento de la capital polaca. El concejal Marek Szolc, del liberal partido Moderna (Nowoczesna), envió una carta a la dirección del club pidiéndole que tomara medidas contra la homofobia de sus seguidores. El martes pasado, el presidente del Legia Dariusz Mioduski hacía público un comunicado en el que apelan al respeto y destacan que «el estadio es un lugar para todos». El texto no hace ninguna referencia al carácter homófobo de la pancarta.
La exhibición de odio homófobo en el estadio del Legia se produce unos días después de que el alcalde de Varsovia Rafał Trzaskowski firmara la Declaración LGBT+. Se trata de un compendio de medidas para proteger a la comunidad y fomentar su inclusión en los ámbitos laboral, social, cultural y educativo. Se trata de la primera declaración de este tipo que se adopta en Polonia y en los países de su entorno y supone todo un correctivo a las políticas reaccionarias del Gobierno estatal de Ley y Justicia (PiS).
Pero la derecha ultraconservadora de PiS y otros grupos reaccionó airadamente. Las actuaciones relacionadas con la educación en la diversidad han sido especialmente atacadas. El director de la Mesa Regional de la Educación en Cracovia las tachaba de «promoción de la pedofilia». Desde medios gubernamentales se ha lanzado también esta idea, acusando a los activistas LGTB de abusar a menores para «convertirlos en gais». Un discurso de odio que ha calado bien entre los ultras del Legia de Varsovia, que ya antes de los hechos del pasado viernes eran conocidos por sus simpatías ultraderechistas y por corear cánticos xenófobos, islamófobos y homófobos.
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