El conflicto en Crimea, región ucraniana con alto porcentaje de habitantes de etnia rusa y donde el gobierno de Vladimir Putin ha decidido intervenir violando el derecho internacional, ha transformado por lo menos temporalmente los sentimientos de rivalidad entre los hinchas ucranianos.
Jonathan Wilson, famoso periodista británico, escribe hoy en The Guardian un texto que reflexiona sobre la transformación momentánea de la relación entre los ultras de los diferentes equipos.
Grupos rivales han arreglado sus diferencias, como Dnipro contra Metalist y Chornomorets contra Karpaty, con el objetivo de expresar solidaridad. Incluso los grupos de ultras que representan a los dos equipos más grandes de Crimea, Tavriya Simferópol y Sebastopol, han tomado una posición a favor de Ucrania en la crisis actual. Lo más importante, muchos han insistido, es la independencia y soberanía de Ucrania, no las cuestiones futbolísticas.
Tal ha sido el impacto de las manifestaciones nacionalistas a lo largo de la intervención rusa que los militares han comenzado un acoso en contra de los líderes de estos grupos.
Después de la participación de los ultras del Tavriya en la Plaza de la Independencia, folletos con las fotografías y los detalles de los líderes de los ultras fueron distribuidos a las milicias en Simferópol. El acoso que siguió parece haber evitado mucho en la forma de participación directa en Crimea a cargo de los ultras, añade el artículo de Wilson.
Además, añade que no sólo entre los aficionados ucranianos se ha despertado un sentimiento de repulsión al presidente ruso Vladimir Putin, sino en toda la familia balompédica ucraniana en general.
Lo que ha sido sorprendente en la respuesta de fútbol es la unanimidad de sentimiento anti-Putin. Ihor Kolomoyskyi, el polémico co-fundador y CEO de Privatbank, patrocinador del Dínamo de Kiev, y presidente del Dnipro, por ejemplo, ha sido muy franco en su oposición a Putin. ”No entiendo cómo los ucranianos y los rusos pueden ir a la guerra”, dijo. ”Tuvimos a un gran esquizofrénico (Yanukovich) y ahora hay un esquizofrénico (Putin]) Él está completamente loco. Su mesianismo, la restauración del Imperio Ruso de 1913 o en la Unión Soviética de 1991 podría llevar al mundo a una catástrofe”.
Lo que ha sido considerado una agresión a la integridad del territorio ucraniano ha causado que las diferencias entre los hinchas se hagan pequeñas. A pesar de que Crimea ha votado en favor de la anexión a Rusia, los dos equipos de la región y sus aficionados han cerrado filas en favor de la no intervención.
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