Pese a que no representa al grueso de la afición, es innegable que el sentimiento político de ultra derecha ha estado presente en un grupo de los fans de la Lazio. El club fue fundado el día 9 de enero de 1900, en el barrio Prati de Roma. Un grupo de nueve chavales, dirigidos por Luigi Bigiarelli - atleta y oficial del ejercito- eligieron los colores blanco y azul en honor de Grecia, patria fundadora de los Juegos Olímpicos, y el emblema del águila en homenaje a la antigua Roma imperial. Todo empezó cuando les fue negada la participación en una carrera de Italia, en la que hacía falta estar inscrito en una sociedad. Con el transcurrir de los años, apareció la figura de Benito Mussolini. El Duce tomó el poder en octubre de 1922, convertido en Primer ministro del gobierno italiano. Eran tiempos en los que la imagen de Mussolini debía ser consolidada y el fútbol, que era muy popular, representaba un recurso clave en su campaña de dictador. Eran fines propagandísticos y políticos, por supuesto. El pan y circo de los romanos.
Se puede decir que Il Duce era tifoso de la Lazio, club del que se había hecho socio y del que solía ir a ver partidos. Aunque no es en aquella época, sino a partir de los años 70 cuando empezaron a surgir grupos radicales fascistas relacionados con el cuadro 'biancoceleste'. En 1971 nacían los 'Commandos Monteverde Lazio', liderados por Goffredo Lucarelli, apodado 'il Tassinaro' (el taxista en dialecto romano). En los años 70, Giorgio Chinaglia, apodado 'Long John' (nombre del pirata Long John Silver de la Isla del tesoro de Stevenson), era el corazón de la Lazio por aquel entonces. "Un grupo de locos, salvajes y sentimentales, simpatizantes fascistas, pistoleros...era un equipo dividido en clanes con dos vestuarios; quién entraba en la habitación errónea corría el riesgo de encontrarse con alguna amenaza", escribe Guy Chiappaventi -periodista y aficionado de la Lazio- en su libro 'Pistole e palloni' (Pistolas y balones).
El libro de Chiappaventi cuenta la historia del 'Grupo salvaje' que entregó a la Lazio el primer 'Scudetto' de su historia en 1974. Dentro del vestuario convergían dos bandas y no era tan raro encontrar jugadores que llevaban una pistola.
Los lideres eran Giorgio Chinaglia y Luigi Martini (el segundo fue parlamentario de un partido de extrema derecha). El portero del equipo, Felice Pulici, recuerda: "Llevábamos pistolas más o menos todos". El interior, Luciano Re Cecconi murió durante un atraco fingido. Entro en una joyería y sacó su pistola. El propietario de la tienda no cayó en la broma y le pegó un tiro en un acto de autodefensa. Aquel grupo estableció la ecuación que identifica a la Lazio con el fascismo. Desde entonces, la extrema derecha domina el fondo norte del estadio Olímpico. Chinaglia forjó un vinculo perenne con los fundares de los 'Commandos'. Giorgio llegó a ser presidente del equipo pero no le fue muy bien: descendió a la Lazio a la Serie B en 1983. Sin embargo, entre afición y Chinaglia, existía un vínculo indestructible. Los hinchas estuvieron años pidiendo su regreso.
Desde entonces, hay una larga lista de episodios que vinculan a la Lazio con esta ideología política. En 1998, durante un derbi (Roma-Lazio), los ultras de la Lazio sacaron una pancarta que decía: "Auschwitz es vuestra patria. Los hornos, vuestras casas". En 2001, sacaron otra: "Equipo de negros, hinchada de judíos". Aunque algunos jugadores, como Paolo Di Canio, se han identificado con esta forma de sentir. El delantero, que nunca escondió su pasión por los colores de la Lazio, simpatiza con el fascismo.Di Canio lleva la palabra 'Dux' tatuada. En su autobiografía se define como patriota, nacionalista y admirador de Mussolini. Paolo celebró en un par de ocasiones con el brazo derecho en alto (saludo fascista). La afición se volvía loca cuando el punta italiano celebraba victorias y goles de esta manera. Un mote de la grada laziale es 'Boia chi molla' ('Verdugo el que abandona'), un eslogan que nació durante los años fascistas.
Cuando Djibril Cissé se marchó de la Lazio en 2012, en las redes, recibió mensajes como: "Eres un mono", "Eres un negro bastardo". Los últimos casos fueron los de Golasa y Hitzlsperger. Por último, las pegatinas de Anna Frank. La política, en este caso, parece bien presente entre la afición del fondo norte del Olímpico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario