La clasificación de Marruecos para el próximo Mundial de fútbol ha dejado un rastro de altercados en Bélgica y Holanda, ambas con una importante comunidad residente de origen marroquí. Los Leones del Atlas lograron la clasificación el sábado en Abiyán, tras ganar a Costa de Marfil, y los hinchas se lanzaron a la calle en Bruselas. Según el rotativo local De Morgen, el ambiente se caldeó enseguida y una parte de los aficionados “desbarató el mercadillo navideño de la Plaza de la Bolsa”. Al menos 20 policías resultaron heridos en los disturbios. En Ámsterdam, La Haya, Róterdam y Utrecht, los hinchas ocuparon varias calles, según la Policía local. Marruecos no participa en una fase final de un Mundial desde 1998.
En Bruselas, la Policía repelió a los hinchas con cañones de agua cuando estos prendieron fuego a dos coches y atacaron un autobús. También rompieron los cristales de las tiendas para luego saquearlas. En el choque resultaron heridos 22 agentes y un viandante, que fue hospitalizado. No hubo arrestos, pero la Policía, que calcula que en los altercados participaron unas 300 personas, analiza ahora los vídeos captados por las cámaras de seguridad para señalar a los autores. “Es lo de siempre con los partidos de fútbol, los ganadores acaban en la Plaza de la Bolsa”, ha señalado el comisario, Olivier Slosse. El ministro del Interior, el nacionalista flamenco Jan Jambon, ha pedido ya a la Inspección General de la Policía Federal la apertura de una investigación tras las críticas a la tardanza de la intervención policial.
En La Haya, los disturbios se centraron el barrio de Schilderswijk, situado en el centro urbano, y de gran concentración inmigrante. Hubo allí varias detenciones después de que los exaltados lanzaran piedras, latas y petardos contra las fuerzas antidisturbios.
En Ámsterdam, los hinchas prendieron bengalas para luego arrojarlas contra la Policía. Los tranvías no pudieron circular durante varias horas. Los agentes de Róterdam pidieron a los vecinos que no se acercaran al centro para evitar problemas y el caos circulatorio provocado por la celebración. “Busquen una ruta alternativa”, dijeron desde su cuenta oficial de Twitter. Lo mismo ocurrió en Utrecht.
Incidentes similares ocurrieron en Marsella, en el sur de Francia, en 2009, después de que Argelia eliminara a Egipto y se clasificara para el Mundial de Sudáfrica.
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