El Ferencvaros húngaro fue sancionado este martes con una multa y el cierre parcial de su estadio tras los incidentes ocurridos entre hinchas el pasado sábado, cuando se registró la primera agresión con un arma blanca en un recinto deportivo registrado en ese país.
El club de Budapest recibió una sanción de tres millones de florines (unos 9.600 euros) y deberá cerrar durante tres partidos cuatro gradas ocupadas habitualmente por los hinchas más radicales, según anunció este martes la Federación Húngara de Fútbol.
El pasado sábado, durante un partido contra el Debrecen, dos grupos de ultras del club más popular del país se enfrentaron y dos de ellos tuvieron que ser hospitalizados con heridas graves: uno con lesiones por arma blanca y el otro con una fractura de cráneo, según la policía.
Los enfrentamientos, en los que participaron medio centenar de personas, según el responsable de seguridad del club, son los primeros que se registran en el nuevo estadio del Ferencvaros, inaugurado hace tres años, pero al que los grupos radicales acuden desde hace solo unas pocas semanas.
Hasta hace un mes los miles de ultras del Ferencvaros boicotearon el estadio para protestar contra las nuevas medidas de seguridad que incluían, entre otras, pórticos de seguridad a la entrada del estadio.
Finalmente llegaron a un acuerdo con el club para volver a entrar en el recinto a animar al equipo.
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