El jefe del grupo de trabajo antidiscriminación de la FIFA, Jeffrey Webb, denunció el miércoles el racismo en el fútbol inglés, y pidió a las autoridades pertinentes, así como a los aficionados, que ayudaran para combatir este nefasto fenómeno.
El también presidente de la Confederación de Norte, Centroamérica y el Caribe de Fútbol (CONCACAF) y vicepresidente de la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) explicó que la discriminación en el fútbol británico está "justo delante de sus ojos”.
El titular explicó que es obvia la falta de figuras negras y de minorías étnicas en las salas de juntas en el fútbol del Reino Unido, pero que nadie quiere abordar el problema.
Recientemente, el director ejecutivo de la Asociación de Futbolistas Profesionales británica (PFA, por sus siglas en inglés), Gordon Taylor, había dicho que el racismo era un "problema oculto" en el fútbol Inglés, por lo que pidió la introducción de la Regla Rooney.
La Regla Rooney consiste en que para las vacantes de un equipo y de entrenadores se debe entrevistar al menos a un candidato de las minorías raciales.
"No sé cómo podría estar oculto. Usted tiene 92 clubes, tiene dos entrenadores negros. ¿Cuántos miembros de la directiva o ejecutivos se encuentran en diversas posiciones del club o en la FA (Asociación de Fútbol), en la UEFA (Unión de Asociaciones de Fútbol Europeo)? Por lo tanto, no está escondido”, dijo Webb, en reacción a las declaraciones de Taylor.
El vicepresidente de la FIFA subrayó que cualquier cambio tendría que comenzar desde dentro, por eso llamó a los propietarios y aficionados a aunar esfuerzos para luchar contra esa conducta discriminatoria.
"Tiene que venir de los clubes. Tiene que empezar por los clubes", y agregó "por supuesto, los aficionados tienen que exigir que exista una oportunidad, y a menos que tengamos eso, no se puede esperar ningún cambio".
Un informe publicado en agosto de 2013 por el “Economista” arrojó que seis de cada 10 países en Europa experimentan casos de racismo en el fútbol. Según el texto, en al menos 34 de los 54 países afiliados a la UEFA se registraron actos de este tipo, en los últimos dos años.
El documento indica que el Reino Unido es el país europeo donde más incidentes racistas ocurren, un fenómeno que el viejo continente no ha logrado frenar y que sigue afectando a muchos futbolistas en el mundo.
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