Los servicios secretos alemanes advirtieron hoy de una escalada de la violencia en las protestas contra islamistas tras la manifestación contra el salafismo que concentró a 4.000 radicales e hinchas violentos el domingo en Colonia (oeste de Alemania), que dejó 49 agentes heridos.
"Nos preocupa, con razón, que aumenten los enfrentamientos violentos entre las diferentes agrupaciones extremistas en nuestras calles", declaró Hans-Georg Maassen, presidente de la Oficina Federal para la Protección de la Constitución, el espionaje del Interior alemán.
Subrayó que "el conflicto en Siria e Irak se refleja en Alemania" y agregó que en estos momentos hay chechenes residentes en el país y especialmente violentos que se inclinan cada vez más hacia el salafismo.
Con el creciente número de salafistas en Alemania aumenta también el potencial de reclutamiento para la yihad, la guerra santa, destacó.
Los radicales salafistas rechazan las democracias occidentales y consideran como único modelo legítimo de sociedad y de Estado un "orden islámico" bajo la ley islámica de la sharía, añadió.
En tanto, la inteligencia alemana para el exterior, el Servicio Federal de Información (BND), considera que el continuado vacío político y de seguridad en Irak tiene consecuencias graves en la lucha internacional contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI).
A pesar del apoyo aéreo internacional, las fuerzas de seguridad iraquíes no son capaces de hacer retroceder de forma significativa al EI, lo que confiere al grupo yihadista, con la táctica adecuada, "conservar la libertad de movimiento en medida suficiente para poder operar puntualmente con éxito", reza el análisis del espionaje alemán.
En tanto, el titular del Interior alemán, Thomas de Maizière, señaló en declaraciones al periódico "Bild" que los disturbios violentos del domingo en Colonia no tienen nada que ver con terrorismo, pero tampoco con el derecho de expresión y manifestación, por lo que "en consecuencia, deben prohibirse".
"Fueron disturbios graves y violentos relacionados con el consumo de alcohol. La violencia iba dirigida sobre todo contra la policía, los equipos de rescate y los medios. Debemos oponernos con contundencia, y lo haremos, a semejantes excesos", dijo.
Al mismo tiempo, se mostró preocupado con el aumento de radicales islamistas en Alemania, lo que calificó de "principal desafío".
"Debemos evitar que estas personas descarriadas y con predisposición a la violencia -alrededor de 450 más los que están en la sombra- vayan a la yihad y regresen después a Alemania con experiencia de combate", señala.
Indicó, además, que está elaborando una propuesta de ley para facilitar la expulsión de delincuentes violentos, pues el derecho de asilo alemán es todavía complicado de aplicar debido a sus numerosas excepciones.
El colectivo Hooligans contra salafistas (HoGeSa), el que organizó la manifestación del pasado sábado, ha avanzado ya que planea llamar a otra protesta el 15 de noviembre en Hamburgo (norte del país).
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