Al mallorquinismo se le agotó la paciencia hace mucho tiempo. La prueba de ello han sido las protestas a lo largo de estos últimos años que culminaron ayer con una manifestación que, como pasó con la celebrada en 2010 por la exlusión de la Europa League, quedará para siempre en la historia de un club casi centenario. Cerca de 2.500 personas, según las fuerzas de seguridad, o 3.400 aficionados, según la organización, se citaron ayer en la Plaza de las Tortugas para gritar alto y claro que no quieren a la actual directiva bermellona dentro de su club.
Con el apoyo de políticos como Catalina Cirer, Biel Barceló y Antoni Diéguez, todos ellos socios del Real Mallorca, y con la presencia de ex jugadores como Trobiani o de ex responsables de la Federación de Peñas del Real Mallorca se inició pasadas las 19.30 horas la manifestación en la que los aficionados rojillos elevaron la voz contra los accionistas bermellones.
Los cánticos, como era de esperar, fueron dirigidos contra la directiva al completo al igual que las pancartas. Una de ellas, escrita en alemán, conminaba a Utz Claassen a abandonar el Mallorca tras haber anunciado el alemán que seguirá en el club. También Biel Cerdà, objetivo de varios cánticos, y Serra Ferrer, recordado ayer por los aficionados a través de sus cánticos contra la gestión que han hecho los directivos del club, fueron diana de críticas mediante las pancartas de las diversas peñas presentes en la manifestación.
Más allá de los momentos vividos en el recorrido, dos instantes marcaron casi toda la marcha. El primero de todos, al inicio de la misma, cuando Dudú Aouate, que horas antes había anunciado su presencia en la manifestación, apareció en la Plaza de las Tortugas. El israelí fue ovacionado, agasajado e incluso llevado a hombros por los seguidores del club balear. Ya en el Consolat de la Mar, Rosa Planas, presidenta de las peñas del Mallorca, leyó un comunicado en el que, tras agradecer la asistencia de todos los seguidores, recordó a la directiva que los seguidores sienten "vergüenza" por todo lo que se está viviendo en la actualidad. Dicho escrito fue entregado a Javier Morente, director general de Deportes del Govern Balear, que recibió a una comitiva de la manifestación.
INCIDENTES POSTERIORES. La manifestación se desarrolló sin ningún tipo de problema pero tras la misma un grupo de quince personas que, según testigos de lo sucedido y vecinos, lucían camisetas del club bermellón o contra la directiva rojilla, atacaron la sede que Arran tiene en Palma situada en la calle Ibiza. El colectivo denunció que los atacantes habían roto cristales y lanzado sillas y mobiliario al interior del establecimiento.
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