El 2 de octubre de 1966 se jugó el primer derbi de los 66 que ha acogido el Calderón a lo largo de estos 50 años. El último, este sábado 19 de noviembre del 2016 que pasará a la historia. Cinco décadas con goles, triunfos, remontadas, un descenso, Ligas y noches europeas para la historia, un legado eterno.
Y es lo que rezaba el último mosaico del Vicente Calderón en Liga: "Nuestro legado será eterno". Y sobre esta leyenda, la imagen de un niño y su padre con los colores rojiblancos mientras observan la fachada del Calderón.
En las últimas temporadas la grada de animación del Atlético de Madrid ha mostrado originales mosaicos. Si echamos la mirada atrás podremos recordar otros sublimes de los aficionados colchoneros en otros derbis ante el Madrid y en grandes partidos en el Calderón.
En el de la temporada 2013-2014, la afición volvió a formar un espectacular mosaico de cartulinas para recibir a sus jugadores. Ese partido contra el Real Madrid, que terminó 2-2, fue un derby muy especial. En esta ocasión, los seguidores desplegaron 52.000 cartulinas que cubrieron de rojiblanco las tribunas del Vicente Calderón, en la que también apareció dibujado un escudo del club decorado con una frase del himno de club: 'Porque luchan como hermanos, defendiendo sus colores'.
'ATM' en el Día de las Peñas contra el Athletic
En el Atlético-Athletic de la temporada 2013-14, la afición vivió otra auténtica fiesta. Coincidiendo con el Día de las Peñas, el club y los seguidores rojiblancos cubrieron el estadio de cartulinas rojas, blancas y azules, los colores del uniforme del Atlético. En unas de las tribunas se podían ver escritas las iniciales del club: 'ATM'.
"110 años de leyenda inmortal"
En 2013, al cumplirse los 110 años de la fundación del Atlético de Madrid (26 de abril de 1903) los aficionados aprovecharon el derbi ante el Real Madrid, que curiosamente casi coincidió con la efeméride, para desplegar otro impresionante mosaico en las gradas del Vicente Calderón. En un estadio cubierto de cartulinas con los colores rojiblancos, un mensaje recordó tan señalada fecha: "110 años de leyenda inmortal".
'Atleti, te amo', en el centenario del club
Uno de los mosaicos más imponentes en la Historia del Calderón sin dudas tuvo lugar el sábado 26 de abril de 2003. En esa ocasión el Osasuna visitaba el Calderón. Los aficionados levantaron un espectacular mosaico de cartulinas rojiblancas, uno de los primeros que cubrió todas las gradas del estadio. En el fondo norte aparecieron unas telas con el año de fundación de la entidad (1903) acompañadas de un mensaje dibujado con cartulinas en el que se podía leer: 'Para siempre'. Leyenda que se podía ver repetido en el fondo sur, aunque aquí las telas mostraban el año del centenario (2003). Entre ambos fondos, un mensaje lleno de sentimiento: 'Atleti, te amo'. Alrededor, todos los escudos históricos del club.
'Porque luchan como hermanos, defendiendo sus colores'
El legado. Fue la frase escogida por la afición del Atlético para despedir con su mosaico la historia de los derbis en el Calderón. Es una palabra que no está escogida al azar, a la ligera, que no está seleccionada frívolamente. La palabra ‘legado’ explica en gran medida qué es ser del Atlético.
Es una cuestión en la mayoría de los casos generacional, de padres a hijos. Sabina lo cantaba en el himno del Centenario. “Para entender lo que pasa hay que haber llorado en el Calderón, que es mi casa. O en el Metropolitano, como lo hacía mi abuelo, con mi papá de la mano”.
El Calderón echaba el telón a medio siglo de batallas a orillas del Manzanares ante el eterno rival. Quizás la Copa y la Champions deparen uno más, sería deseable. Para muchos, ajenos a este asunto, los derbis madrileños serán sólo un partido más, pero para una parte importante de los mismos, en este caso la afición del Atlético de Madrid tiene que ver con cosas más profundas.
Con el esfuerzo, con el trabajo, con la pelea contra lo establecido, contra la soberbia, la altanería, contra el poderoso, con e l orgullo de saberte diferente y rodearlo en el colegio rodeado de chavales con la camiseta blanca o azulgrana. Tiene que ver con entender que, como defiende Fernando Torres, él sabe, “lo que se logra con esfuerzo sabe mucho mejor”. Defiende el Niño que mucha gente es del Atlético sin saberlo y eso tiene que ver con el ‘legado’, independientemente de resultados como el de este sábado.
El Atlético trasciende a esas nimiedades y así tienen que entenderlo aquellos que son rojiblancos, que lo siente desde el corazón.
Ser del Atlético es una lección vital, una enseñanza para sobrevivir a tiempos difíciles. Ya saben, “si se cree y se trabaja, se puede”. Simeone ‘dixit’. A aquellos que no lo sientan les parecerá raro, pero cualquiera de los miles de aficionados que este sábado llenaban el Calderón o aquellos que padecían delante de los televisores, sí que lo comprenderán. El Atlético es como la vida, mucha pelea, sinsabores, sacrificio para de vez en cuando ganar y disfrutarlo como si no hubiera mañana.
Y lo de este medio siglo de derbis en el Calderón fue una pelea continua contra el pudiente de la ciudad, contra el poderoso.
Una pelea continua de raices familiares, de irreverencia, de títulos, porque sí, más que le pese a muchos, el Atlético es un equipo ganador y lo fue durante toda su historia. Estas gradas del Calderón lo vieron muchas veces. Muchísimas. Una Intercontinental, varias Ligas, alguna Copa...
UN DERBI CON TODOS LOS INGREDIENTES
Como buen derbi que se precie tuvo de todo, jugadas polémicas, un gol de rebote, una pequeña empanada local, la reacción de raza de siempre, los piques entre los jugadores, decisiones arbitrales criticadas por la hinchada. Hasta el “así, así, así gana el Madrid” que se ha popularizado entre las hinchadas rivales del Real Madrid.
Todos los ingredientes de los derbis históricos, emoción, rivalidad....
Lo que sucedió este sábado en el Vicente Calderón no es lo que habrían deseado los hinchas colchoneros, qué duda cabe, pero es parte de lo que el Atlético es, un club y una hinchada que se levanta una y otra vez cuando hinca la rodilla. Lo ha hecho históricamente, porque es parte de su esencia, del ‘legado’ de padres a hijos.
Si el asunto no sale hay que volver a salir a la calle, orgulloso, con la cabeza alta, con la camiseta del Atlético como decenas de niños tras la final de Milán.
Porque ni el gol de rebote de Cristiano, ni el palo de San Siro, ni las canalladas arbitrales, que las hubo durante todas estas décadas, separan a los rojiblancos de lo que son. Los colchoneros estuvieron al lado de su equipo, empujando hasta el final y ayer si no pudo ser, esta ‘guerra’ no cesará jamás. En el curso que viene será con otros protagonistas, en otro escenario, mirando de frente al futuro. Y Sabina y Pancho Varona tendrán que añadir una línea, para las nuevas generaciones que, ganando o perdiendo, de la mano de su abuelo, del papá o la mamá, pelearán contra lo que para muchos sólo es un equipo de fútbol; pero para ellos es vencer al propio sin sentido de la vida
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