Antes del partido, los ultras rojiblancos del Frente Atlético se concentraron en su zona habitual en los aledaños del Calderón, desplegaron una gran pancarta con el texto “Madridistas hijos de puta” y encendieron numerosas bengalas en todo un alarde de escenografía ultra.
Por su lado, los Ultras Sur del Real Madrid, que llevan ya varios años expulsados del Bernabéu por decisión de Florentino Pérez tras los incidentes violentos producidos en el seno de la peña radical entre varias facciones, avisaron por Twitter que estarían presentes en el derbi.
El Confidencial Autonómico ha podido saber que ultras violentos de ambos equipos -es difícil de precisar si pertenecientes al Frente Atlético y a los Ultras Sur- intercambiaron mensajes para tratar de concertar una cita: un encuentro que tendría como objetivo enfrentarse de forma violenta.
“Vamos a recuperar los derbys en la calle”
Ya en días previos en Twitter hinchas radicales de uno y otro equipo de Madrid se cruzaron mensajes amenazantes e invitándose a una “quedada”: “No sois tan malos por Twitter, pues vamos a recuperar los derbys en la calle”, “porque [sic] no nos cuentas todo esto a la cara en el Calderón el sábado”, “tan valientes que sois no tendrás inconveniente no?”, “yo no lo tengo háblame por privado y quedamos valiente”...
El día siguiente y posteriores, según ha podido comprobar ECA, en las redes sociales se produjeron intercambios de reproches entre ultras madridistas y atléticos que se echaban en cara mutuamente “haberse rajado” y no haberse atrevido a quedar para pegarse.
“Cada noche de prederby, vuestras mejores excusas”, escribió un ultra del Atlético, acompañado de un “US D.E.P.”, es decir, dando a entender que los Ultras Sur estaban muertos como grupo ultra.
En este cruce de mensajes, un hincha radical del Real Madrid publicó el pantallazo de una conversación de WhatsApp con un oponente del Atlético de Madrid. Le escribía entre la una y las tres de la madrugada.
Pregunta sobre las armas: “¿Venís limpios?”
“No mareéis, vais a querer quedar o no”, “Que primero decís que queréis quedar fuera y ahora que vayamos nosotros”, “Qué pasa que ahora no cogéis?” (se entiende que el teléfono), “Siempre igual maricones”, “A la hora de quedar no lo cogéis”... fueron algunos de los mensajes que este ultra madridista envió a un atlético.
Al final, le espetó: “Escucha, ¿venís limpios? ¿O qué queréis?”. Esto se puede entender, en el argot que utilizan los grupos ultras del fútbol, como una pregunta de si iban a acudir sin armas blancas y para pegarse sólo a puñetazos, según las normas que acuerdan los ultras radicales cuando conciertan peleas y que a veces incumplen.
“Ya quedaremos porque estos se piran”, fue la respuesta final de su contacto entre los ultras rojiblancos que estaban dispuestos a pegarse la noche posterior al derbi en el Calderón.
Acusaciones cruzadas de cobardía
Con posterioridad al partido, siguieron los mensajes: los madridistas acusaban a los atléticos de no haberse presentado en la pelea, y viceversa. “Bien sabes fanfarrón que os llamamos desde las 11 y os vino fatal”, le escribió un ultra rojiblanco a uno merengue, añadiendo que estos últimos “por el postureo os tocó correr”.
“Parece que no están muy enterado de lo que se quedó y lo que ocurrió. Infórmate”, le respondieron desde un perfil de un ultra del Real Madrid, que aseguró también que “nosotros [por el grupo de madridistas dispuestos a pegarse] cumplimos y no vamos a pegar pegatinas a bares cerrados”.
Esta acusación se repite: los ultras del Madrid acusan a los del Atlético de haber ido a uno de sus bares, cuando estaba cerrado, para poner pegatinas rojiblancas como muestra de fuerza en la peculiar guerra que libran en las calles de la capital.
Y un ultra rojiblanco responde: “Pegatinas no sé pero ir a media noche al Calderón sabiendo que no había nadie y echarse la foto fue una hazaña”. Es decir, acusan a los madridistas de haberse acercado a su campo más tarde para presumir en redes sociales de haberse presentado a la quedada.
A todo ello, un reconocido miembro de Ultras Sur responde al anterior socio del Frente Atlético que “la azaña [sic] fue no presentarse en el 30 para 30 de la final de Copa del Rey”. Esto último puede referirse a que ambos grupos ultras (los dos de extrema derecha, pero enfrentados a muerte por la rivalidad futbolística) podrían haber concertado una pelea de treinta miembros contra treinta, seguramente en la final de Copa del Rey que enfrentó en 2013 al Atlético de Madrid y al Real Madrid en el Estado Santiago Bernabéu y que ganaron los rojiblancos.
http://www.elconfidencialautonomico.com/madrid/Ultras-Real-Madrid-Atletico-pegarse_0_2825717427.html
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