La Policía Nacional detuvo el pasado 24 de noviembre a un líder del grupo ultra Supporters Gol Sur, afín al Real Betis Balompié, por una agresión homófoba. El arrestado es un destacado miembro de este grupo y de una sección del mismo vinculada a la extrema derecha, racista y homófoba. El líder ultra ya se encuentra en prisión bajo la acusación de homicidio en grado de tentativa. El sospechoso agredió brutalmente a un joven en una zona de ambiente gay del centro de Sevilla. Le atacó al creer que era homosexual, si bien la víctima confirmó después que no lo es y que fue agredida simplemente porque su atacante pensó que lo era. En cualquier caso, se trata de una agresión homófoba y, por tanto, la Justicia la ha tramitado como un delito de odio.
Los hechos ocurrieron el pasado mes de octubre. Poco ha trascendido de ellos porque el juzgado que lleva el caso mantiene decretado el secreto de sumario. Sí se sabe que la víctima recibió un fuerte puñetazo en la cara y que el agresor intentó después rematarlo con una botella. La Policía Nacional abrió una investigación, que se ha prolongado durante aproximadamente un mes, hasta que el presunto autor de la agresión fue detenido. La investigación ha corrido a cargo del grupo de Policía Judicial de la comisaría del distrito Centro.
La detención se produjo muy cerca de la comisaría de este distrito, ubicada en la Alameda de Hércules. El sospechoso presentó una fuerte resistencia a su arresto, en el que tuvieron que intervenir numerosos policías para reducirlo. Varios de los agentes resultaron lesionados durante la intervención.
Una vez arrestado, fue puesto a disposición judicial y el juez del caso decretó su inmediato ingreso en prisión preventiva y sin fianza. Se le imputa un delito de homicidio en grado de tentativa, más otro delito de atentado a agente de la autoridad por lasa lesiones causadas a los agentes que participaron en su detención. La agresión no está vinculada a ningún partido de fútbol ni a ningún incidente entre aficiones, si bien podría relacionarse con la ideología de extrema derecha seguida por determinados miembros de este grupo radical.
Se trata de una agresión puramente homófoba. De ahí que el caso haya sido declarado como delito de odio, figura jurídica de reciente creación en la que se incluyen todas aquellas conductas que atenten contra los derechos humanos. El Ministerio del Interior define como delitos de odio "todas aquellas infracciones penales y administrativas cometidas contra las personas o la propiedad por cuestiones de raza, etnia, religión, edad, discapacidad, orientación o identidad sexual, por razones de género, situación de pobreza y exclusión social o cualquier otro factor similar, como las diferencias ideológicas". El año pasado hubo 34 casos de odio en Sevilla, de los que sólo uno fue por homofobia.
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