La decisión del Real Zaragoza de no vender entradas para los partidos a domicilio a los miembros de los grupos de animación del Ligallo Fondo Norte y del Avispero tras la pelea que protagonizaron los seguidores de ambas agrupaciones en Getafe generó la reacción de los integrantes del Avispero, que solicitan una reunión con el club, mientras que desde el Ligallo se evitó cualquier pronunciamiento sobre la medida de la entidad, que también se va a personar en la instrucción que va a abrirse en los juzgados de la localidad madrileña y que el pasado domingo ya condenó «enérgicamente» una pelea entre ambos grupos ultras que no era la primera vez que sucedía en algún desplazamiento —en Soria en noviembre del 2014 también la hubo—. Desde la Federación de Peñas del Real Zaragoza se apoyó la decisión, «como lo haremos con cualquier medida que ayude a erradicar la violencia», dijo su presidente, José Vicente Casanova.
«Para nosotros la decisión del club es errónea. Solo han tomado medidas para agravar la sanción y las consecuencias de lo sucedido y no han intentado buscar una solución», aseguraron a este diario fuentes autorizadas del Avispero, que añadieron su voluntad de intentar solucionar un conflicto entre ambos grupos que tiene varios años de vigencia: «Proponemos una reunión con el Zaragoza porque estamos dispuestos a hacer lo que sea, a tomar un compromiso serio y absoluto de que estos incidentes no van a volver a ocurrir. La situación la vemos insostenible y somos los primeros que estamos preocupados. Y, si el club lo valora así, estamos dispuestos a reunirnos con la Policía y el Ligallo en la sede del Zaragoza».
Lo sucedido en Getafe, la pelea entre integrantes de ambos grupos antes del partido, obligó a intervenir a la Policía y la trifulca terminó con varios detenidos: «Nosotros facilitamos, como hacemos desde lo que pasó en Soria hace unos años, todos los datos del viaje, los que íbamos a viajar, el autobús…. Creímos que al llegar iba a haber un dispositivo policial, porque ya han pasado otras veces cosas cuando nos hemos encontrado con el Ligallo. No deberían pasar, pero suceden. Y no había ni un policía. Nosotros llegamos a un bar y había 20 miembros del Ligallo, uno de ellos se acercó a provocarnos y empezó todo», explican desde el Avispero.
Mientras, desde las peñas, donde no están adscritos como grupos ni el Ligallo ni el Avispero, tomaron como positiva la medida adoptada por el Zaragoza. «Este tipo de medidas nosotros, como federación, las vamos a apoyar siempre. Queremos que cualquier aficionado pueda viajar con tranquilidad para ver a su equipo. El fútbol tiene que unir, no ser un foco de peleas. Hay que sacar del fútbol a los que tienen actitudes de violencia», aseguró Casanova, que cree que el compromiso de todas las partes para sacar del fútbol a los violentos tiene que ser unánime.
«Nosotros tomamos nuestras medidas, verificamos que en nuestros viajes no se cuelen ultras, damos los nombres y el DNI de los que viajan... El club ahora parece que va a tomar partido y va a poner de su parte, la Policía también lo hace. No es un trabajo cómodo ni agradable, pero es fundamental para que la gente pueda viajar tranquila a ver a su equipos», sentenció el presidente de las peñas antes de una reflexión final: «En la pelea en Getafe había cerca de los incidentes un grupo de zaragocistas con niños. ¿A esa gente cómo les convences ahora de que vayan a Vallecas? No puede ser que a los aficionados se les quiten las ganas de ir con su equipo».
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