El alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, anunció que se puso de acuerdo con su homólogo de Bogotá, Samuel Moreno, para cerrar los estadios Pascual Guerrero y El Campín, si se presentan nuevos brotes de violencia por parte de las barras bravas. Esa es una de las diversas alternativas para tratar de evitar más casos de violencia en la capital vallecaucana. Además del registro de hinchas que tengan antecedentes penales, el burgomaestre prometió la instalación de alcohosensores en el Estadio Pascual Guerrero para detectar a aquellos aficionados que ingresen embriagados. Ospina convocó a los mandatarios de ciudades como Bogotá y Medellín para que también adopten estas medidas especiales para que no hayan más muertes violentas.
“Si alguna persona comete un hecho violento en Cali, no puede ingresar a los estadios de Bogotá y Medellín; de igual forma, si una persona comete un acto vandálico en Medellín no podrá ingresar al estadio de Cali y Bogotá y viceversa”, indicó el mandatario caleño. De otro lado, el presidente de la Dimayor, Ramón Jesurum, dijo ayer que la solución más efectiva para enfrentar a las denominadas barras bravas es una ley de la República que logre judicializar a los violentos, para evitar reiterados casos como la muerte de un hincha del Cali el pasado domingo en Soacha, Cundinamarca, por parte de aficionados de Santa Fe. El dirigente explicó que próximamente hará una reunión cumbre con los alcaldes de Cali, Medellín y Bogotá, así como el comandante de la Policía Nacional, el general Óscar Naranjo, para hacer un diagnóstico muy claro de lo que está ocurriendo, buscar correctivos y la aprobación de una ley para judicializar a quienes cometan delitos y que los menores de edad no queden impunes.
“Queremos descubrir que estos personajes no son hinchas sino delincuentes vestidos con los uniformes de los equipos de fútbol, porque un verdadero aficionado no actúa así”, afirmó Jesurum en diálogo con El País.
“Unos pocos están dañando una fiesta linda que es de todos los colombianos, a esos pocos hay que ponerlos en la mira con penas muy severas para que entiendan que son delincuentes”, acotó. Sigue el dolor El ambiente en el fútbol colombiano quedó caldeado con el asesinato de Juan David Pérez, de 17 años, hincha del Deportivo Cali, asesinado el domingo pasado. El drama para la familia Pérez Gómez no ha terminado. 72 horas después de haberse registrado la muerte del joven, su cadáver no ha podido ser trasladado a Buga, debido a que no portaba documento de identidad.
Entre tanto, el gobernador del Valle, Juan Carlos Abadía, indicó que su administración asumirá los costos del traslado del cadáver y los servicios funerarios. Más fuertes Ramón Jesurum, presidente de la Dimayor, está de acuerdo con el general Óscar Naranjo, en el sentido que en esta problemática la Policía se quedó sola. “Hay ejemplos claros, como el de Europa, donde las penas se endurecieron y las autoridades se pusieron sumamente enérgicas, algo a lo que tenemos que llegar este semestre en Colombia. Hablé con el presidente del Congreso, Hernán Andrade, y con otros parlamentarios, quienes se comprometieron a hacer realidad muy pronto esta ley”. El dirigente dijo que lo ideal es poner penas inconmutables, porque las campañas de resocialización no sirvieron.
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